Capítulo 2

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[PASADO]

El bosque siempre se ve sobrio de noche; completa oscuridad,animales salvajes y demás cosas hay ahí. La peor pesadilla para una niña a la que siempre se le prohibió entrar en él.

Fuyuka... Fuyuka... ¡Fuyuka!.

Abrió los ojos de golpe,su corazón estaba acelerado pero su respiración curiosamente calmada.

La luna fue lo primero que sus ojos vieron y las preguntas comenzaron a atacarla; ¿dónde estaba? ¿Qué había sucedido?. Se levantó del suelo con su Kimono sucio y lleno de pequeñas ramas y tierra por haber estado acostado en el suelo.

La noche era silenciosa,fría y sola,sería el lugar perfecto para que un adulto con problemas amorosos pensará claramente,sin embargo ella solo se preguntaba: ¿qué hacía ahí?. Las ganas de llorar le llegaron; su pecho dolió,sus ojos picaron,sus labios temblaron.

Examinó el lugar donde se encontraba y solo aumento su miedo; todo estaba oscuro,solamente por la luz de la luna llena que se infiltraba por el hueco de los grandes y escalofriantes árboles.

Uno... Dos... Tres... Fuyuka rompió en llanto.

¿Estuvo dormida? ¿Por qué? ¿Quién se duerme en medio del bosque?.

Su cabeza dolía como si le hubiesen golpeado con una roca y el sobre esfuerzo de recordar le daba punzadas en toda la cabeza; llevo sus manos a los costados de esta y apretó con fuerza,no se guardo los quejidos de dolor.

Cualquier alma desafortunada que pasará por ahí en plena madrugada,debería estar experimentando el susto de su vida al escuchar a una niña llorar y quejarse en medio del bosque en plena madrugada.

Su garganta estaba seca y tenía,sentía, la enorme necesidad de beber algo,tal vez agua ya que no sabía cuanto tiempo llevaba ahí. Pero era una sequedad tan grande...

Empezó a toser fuertemente y eso solo hizo que llorara más fuerte; apartó una mano de su cabeza y la dirigió a su garganta. Su garganta estaba tan seca que le raspaba horrible pasar su propia saliva.

Sin tener cuenta de ello murmuró un: —Mamá... ¡Mamá!. —murmuró que se convirtió en grito.

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Semanas –no sabía cuantas – han pasado desde que había despertado. Las cosas no mejoraron mucho para ella,principalmente porqué su garganta tenía una sequedad grandisíma que no desaparecía aunque tomará agua; lo sabía porque había encontrado un lago dónde tomó toda el agua que pudo,pero la necesidad de tomar algo no desapareció.

No había comido nada y para colmo había descubierto que el sol le era dañino; casi terminaba tostada el primer día. También descubrió que solo podía salir de noche o en su defecto estár escondida en la sombra de día. Y eso era desconcertante para ella,antes no le sucedía ¿por qué ahora si?.

¿Por qué de todos los sitios término en el bosque?. Su madre siempre le prohibió acercarse al bosque,alejarse de casa y salir de noche; quien diría que terminaría desobedeciendola y haría todo lo que tenía prohibido.

Su objetivo fue regresar a su casa,por eso caminaba toda la noche en dirección al Sur que era dónde quedaba su aldea; y también había descubierto que viajar sola sin un adulto no era lo mejor,llevaba semanas sin bañarse y comer,su estómago todos los días le exigía comida y su garganta beber y no agua.

Su Kimono ya no era azul como su cabello,ahora ya era negro y estaba desgastado; roto de varios lugares.

Había pensado en una vez llegar a su casa; lavarlo bien,tomar una aguja y coserlo bien.

Grande fue la sorpresa... Al ver que eso no iba a ser posible.

Se quedó de pie,sin moverse un centímetro. La brisa del aire le movía su cabello hacia un lado y alrededor de ella volaban pequeñas cenizas.

Estaba en shock. Sus ojos mostraban muchas emociones,un sinfín de preguntas. Sus pies le temblaban y el silencio era asfixiante.

«¿Qué...? ».

—Ma... Má... —logró pronunciar aún en shock —. Mamá... Mamá...

Camino a paso lento,con el shock en ella y plasmado en su rostro; siguió aquel camino que se sabía de memoria y por más que quería correr,no quería hacerlo. Quería llegar lo más rápido a ese lugar,pero a la vez no. Sentía una sensación de felicidad y miedo,mucho miedo; una mezcla entre ambas y que no sabía cual elegir.

El pueblo estaba tan solitario... Tan silencioso... Tan carecido de personas y vida... Tan en ruinas y cenizas...

—¿Un incendio...? —preguntó a sí misma,en voz baja y con miedo.

Muchas más preguntas que cuando estaba en el bosque,le rondaron la mente.

Lágrimas rodaron por sus mejillas al estar frente a aquella –ya – inexistente casa. Lo que una vez fue un hermoso jardín lleno de colores y una casa de madera,ya solo eran las sobras; el jardín ya no existía y de la casa solo quedaban las bases quemadas y a punto de romperse.

–No... No... No...

La sequedad en su garganta había pasado a segundo plano,pues un nudo enorme se había formado ahí y le dolía aún más.

Se esforzó para no dejarse caer al piso y camino al que una vez fue el interior de su casa.

–No...

¿Dónde estaba su mamá? ¿Dónde estaban sus amigos? ¿Sus vecinos? ¿Su casa? ¿Dónde estaba su aldea?.

–¡No...! —no le importó ensuciarse más y se puso de rodillas —. P-Por favor... ¡Mamá!.

Grito tan fuerte como pudo y se quebró mentalmente; se puso a llorar como jamás lo había hecho,su corazón dolió como jamás lo había hecho,experimentó un miedo inmenso,una rabia grandisíma.

Todo eso mientras lloraba y gritaba a su madre.


PD: Capítulo situado en el pasado,aquí Fuyuka ya es un demonio recién convertido.

Lazos [Rui].Where stories live. Discover now