Lazos [Rui].

Capítulo 10

Fuyuka sabía que lo sucedido con el cazador de la otra noche,no iba a volver a suceder; si es que existían otros igual a él, tenía sus dudas sobre si ellos le tendrían misericordia. Al final de todo, solo había podido huir gracias a un instante de duda,el chico debía estar maldiciendo a los cuatro vientos por haberse dejado envolver por la apariencia de Fuyuka.

Y ella no sabía si agradecer o no,porque solo fue un error de calculo.

Se la ha pasado deambulando por el inmenso bosque,con cada paso se adentra más en él y realmente no planea regresar por donde vino. Ya no sabe como regresar,¿por donde? ¿Por qué?. Desconoce una razón por la que deba volver a esa aldea destruida donde estuvo.

Donde asesino... y devoró...

Cada que lo recuerda no puede evitar romper en llanto y hacerse daño a su misma,¿cómo fue que hizo un acto tan repulsivo y atroz?. Se pregunta mientras araña su rostro y solloza asustada.

Los recuerdos son vagos; los gritos y forcejeos,la sangre,los rostros,todo eso se plasma en imágenes rápidas. Pero ella sabe lo que ha cometido.

“¡Los mataste! ¡Tú debes morir,maldito demonio! ”.

Pone sus manos sobre ambos oídos intentando dejar de pie los gritos del cazador se repiten en su memoria cada que hay oportunidades y eso la afecta. No puede olvidarlo. Desde sus ojos fríos pero con rabia,su ropa,su espada,sus palabras.

El primer recuerdo de su madre gritando su nombre ha sido sustituido por aquel chico cazador que le grita que debe morir.

El cazador ha dejado gran huella en Fuyuka y tanto miedo que comienza a verlo en cualquier momento y lugar donde esté. De pie empuñando su espada listo para lanzarse a ella,con sus ojos color zafiro brillando en la oscuridad del bosque como dos luces cegadora.

Fuyuka esta llorando tapando sus oídos,ya no quiere oír la voz del chico; se niega a cerrar los ojos pues las imágenes de sus asesinatos se presentan y la asustan. Si,la asustan más que estar en medio del bosque sola. Sus miedos han cambiado.

—Perdón... —murmura viendo temerosa la silueta que se ha hecho tan conocida; el cazador otra vez está allí,a unos metros de ella —. Perdón...

No iba a volver a hacerlo. No iba a matar a nadie más. No iba a devorar más. No lo ha hecho y tiene tanta hambre que se desmaya.

—Lo lamento... Perdón...

Lo ve acercársele,lento pero seguro. Realmente está asustada que se le olvida que todo es producto de su imaginación,pero no del todo...

Porque el chico que se volvió su miedo ha desaparecido.

No puede dejar de estar tensa o suspirar porqué ve a alguien igual...

Ropas iguales... «Espada... ». Sus ojos azules se enfocan en esa arma. Tiene una espada.

Retira las manos de sus oídos y se pone de pie,está descalza pero eso no importa; porque siente peligro...

Él. Ese nuevo cazador representa tanto peligro como el anterior.

El cazador detiene sus pasos,parece sorprendido de encontrarse con ella y Fuyuka esta igual,pero todo cambia cuando el hombre endurece sus ficciones y toma posición para tomar su espada.

Es algo tan inesperado el que sus ojos se conecten,como sucedió con el cazador anterior. Sin embargo Fuyuka ve los ojos del hombre y enseguida supo que él no iba a ser misericordioso como el anterior.

Es diferente. Son iguales pero diferentes.

«Corre... ». Piensa aunque su estómago gruñe y siente la necesidad de lanzarse a él y morderle el cuello; el peligro que percibe es más grande. No tendría oportunidad. Y por eso Fuyuka da la vuelta y corre lo más lejos que puede. «Corre... Huye. Corre. Rápido ». Se dice a sí misma con cada paso que da,comienza a respirar pesadamente pero no importa porqué no planea detenerse.