Capítulo 03

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—¿Qué haces, copia de Luck?— preguntó Eloy sentándose al lado de Nell. La rubia rodó los ojos mientras seguía comiendo tranquilamente. Odiaba que la llamara de esa manera.

Eloy Astor era uno de mis amigos, uno de los más cercanos, debía de admitir. Lo conocía de unos cuantos meses, gracias a mi amistad con Eddie Grimaldi.

Era un chico muy atractivo, rubio de ojos marrones, pero llamativos. Todo el tiempo sonreía, tenía la virtud de siempre verle el lado bueno a las cosas, aún si de bueno no tenía una mierda. Se le veía todo el tiempo con dos chicos más; Jeremy y Tristán, eran inseparables.

—Largo de aquí, rubio teñido— gruñó mi hermana tratando de alejarlo. El chico sonrió de oreja a oreja ignorando sus palabras.

—¿Estás en Pornhub?— preguntó con malicia. Nell lo ignoró nuevamente. —Lucas, tu hermana tiene esa aplicación de porno— canturreó sin dejar de ver a mi hermana. Me encogí de hombros sin darle importancia.

—Ni siquiera es necesario descargar la aplicación.

—¿Entonces sí ves porno?

—Uy sí, el de gays es mi favorito y ni hablar de los tríos, me excita muchísimo ¿a que sí, Lucas? —levanté la mirada con una sonrisa traviesa, sabía los juegos de la rubia, me gustaba seguirle la corriente.

—Maúlla como gata en celo luego de verlos— solté mordiendo mi manzana. Eloy abrió la boca, tanto, que muy bien su quijada tocaría suelo.

—Están enfermos. Dios, purifica mi alma— juntó las manos y miró al cielo como si de verdad supiera el padre nuestro. Bagh, estaba seguro que jamás había pisado el suelo de una iglesia.

—No le hables tú a Dios, lo estás insultando— levanté la mirada encontrándome con una pelirroja; Lily, la novia de Eloy.

—¿Lo ves? Hasta tu novia sabe la porquería que eres— Nell soltó con descaro. Solté una risa llena de burla.

—Ya, déjenlo— hizo un puchero al tiempo que tomaba asiento al lado de su novio. El rubio se acercó a ella como un niño buscando refugio en su mami. Eran una pareja jodidamente hueca de la cabeza, sin duda.

—¿Y los demás?— pregunté frunciendo el ceño al no ver los rostros de los chicos. Iban a todos lados juntos, era raro no verlos por ahí.

—No tengo ni la menor idea— respondió Eloy encogiéndose de hombros.

Mis ojos se desviaron a mi celular que empezó a  vibrar anunciando un nuevo mensaje de texto. La respiración se atascó en mi garganta al ver que era él.

Luego de lo que pasó el sábado no había sabido nada de él hasta ahora, después de tres días. En otra situación me hubiese parecido normal su mensaje, siempre nos hablábamos, por tonterías, alguna que otra fiesta, carreras, etc. Pero ahora, después de lo que pasó, sinceramente creí que jamás volvería a saber nada sobre Dylan.

(Dylan)

¿Serás un niño malo que se
salta las últimas clases? Estoy
En el estacionamiento, ven.

12: 11

Solo me faltaban dos clases, era un buen estudiante que nunca faltaba, dudaba que me mandaran a detención por desaparecer al mediodía.

Además, moría por verlo, por saber que pensaba, estar cerca de él, lo necesitaba. Me sentí ansioso, nervioso. Quería ir con él.

—Oye Nell, ¿te gustaría ver porno en vivo?— preguntó Eloy. Ella se encogió de hombros, asintiendo con una sonrisa traviesa. —Amor, ¿le otorgamos ese privilegio?... ¡auch!— Un golpe en la frente fue lo que se ganó por parte de su novia.

Una D para Lucas Where stories live. Discover now