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ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ


Gulf despertó por unos leves toques en la puerta y se levantó a abrirla, por un momento había olvidado que estaba en una casa desconocida, con gente desconocida y de la mafia.

Al abrir la puerta Mew estaba con unas toallas en sus manos, su cabello estaba perfectamente peinado y vestía un traje al igual que el día anterior, podía ser un jodido asesino o un santo, pero de que podía hacer babear a cualquiera, Gulf no lo dudaba nisiquiera un poco.

—Aquí hay unas toallas, en esa puerta esta el baño, puedes tardarte lo que quieras, cuando estés listo baja a desayunar—Mew lo dijo todo sin esperar respuesta alguna por parte de Gulf, quien prefirió no preguntar nada al respecto.

—¿Por qué fuiste tú?—Krist preguntó hacia Mew quién venía bajando las escaleras.

—¿De qué hablas?

—Digamos que no eres de atender a tus invitados.

—Tenía ganas de ir—se excusó rápidamente Mew mientras se servía un vaso de agua.

—Mew... ¿tengo cara de idiota o que mierda?, no me engañas ni en tus fantasías—Krist terminó de hablar y comenzó a acercarse hacia el contrario.

—Eres terco Krist... por eso eres mi amigo, pero siéntate de una puta vez o perderás la pierna.

Krist iba a contraatacar a Mew cuando un ruido se hizo presente en el piso de arriba y a los 5 minutos un tímido Gulf bajaba las escaleras lentamente.

—¡Eh doctor!, gracias por salvarme la pierna—Krist movió la mano en señal de saludo hacia Gulf.

—De nada... creo—respondió casi en un murmuró.

—Gulf, no me tengas miedo, ¿me reconociste cuando me viste sin pasamontañas?

Gulf estaba claramente confundido, ladeo su cabeza y negó levemente.

—Yo había ido con Singto unos días antes al hospital, tenía la nariz sangrante.

Y como si de magia se tratara Gulf recordó de inmediato cuando Krist había llegado con Singto al hospital por un golpe en su nariz y el lo había atendido.

—Oh... si lo recuerdo.

—Siéntate donde quieras, Fluke traerá el desayuno en unos minutos—Mew dijo mirando a Gulf, quien se sentó en la silla frente a Mew, dejando a Krist justo en el extremo de la mesa.

—La faceta de mafioso asesino puedes irla olvidando, el contrabando es lo mío... no creo que vuelvas a verme así—Krist se dirigió esta vez hacia Mew quien solo asintió

—vale, yo me voy ahora...—Krist comenzó a acomodar sus muletas y se levantó de la silla.

—¿A dónde?—Mew lo miró seriamente, se supone que Singto iría a buscarlo.

—Singto está afuera, me acaba de mensajear.

—Déjame ayudarte—Mew estaba dispuesto a ayudarlo pero este lo detuvo antes.

—No, tranquilo, puedo caminar con las muletas—dicho esto Krist desapareció del campo visual de ambos hombres sentados a la mesa.

—Jefe, el desayuno—Fluke apareció dejando dos platos con tostadas y huevos en ellos, uno para cada uno.

—Gracias, Fluke—dicho esto Fluke se retiro dejando a ambos comiendo solos, al cabo de unos minutos el ambiente se mantenía tenso y Mew decidió hablar.

—Lamento lo que tuviste que vivir ayer, comprendo que pienses que somos unas personas repulsivas y sin corazón pero no es tan así...

—Asesinaron a un oficial.

—Ellos asesinan de igual forma.

—A gente que hace daño.

—Lo malo y lo bueno es subjetivo, desde mi perspectiva ellos son los malos, desde su perspectiva nosotros somos los malos, ¿quién tiene razón a las finales? nadie es dueño de la verdad después de todo... el oficial que uno de mis hombres asesino ayer golpeaba a su mujer... nunca hubo justicia para ella, hasta ayer. La gente que hace daño, posiblemente solo es gente que nunca tuvo oportunidades en este mundo de mierda, no todos tenemos la misma suerte.

Gulf quedó en sus pensamientos procesando lo recién dicho por Mew, nunca lo había tomado de esa manera, claramente el contrario se tomaba muy en serio el tema, estaba al tanto de todo y también estaba muy seguro de lo que hacía y decía, eso le generaba confianza de cierta manera.

—Puede que tengas razón—habló por fin Gulf.

—¿Hay algo que quieras saber antes de enseñarte la casa?, estoy seguro que estarás un tiempo aquí... tengo entendido que las heridas de First no son muy leves—Mew cambió rápidamente el tema y miró a Gulf en busca de una respuesta.

—Sí... ¿debería llamarte Mew o... ?—Gulf miró a Mew en busca de una respuesta.

Mew sonrió levemente y levantó su vista hacia Gulf quién lo miraba expectante y con un poco de miedo en sus ojos

—dime Mew.

—Está bien.

—¿Y yo como debería llamarte...?, ¿doctor o Gulf?

—Gulf está bien...

—Bien Gulf, ¿que tipo de ropa usas?

—¿Ah?—la pregunta tomó desprevenido a Gulf, podía esperar muchas preguntas provenientes de un mafioso, cualquiera, pero no sobre qué usaba.

—Andas con la misma ropa de ayer—Mew levantó una de sus cejas y apuntó a su camisa, aún manchada con sangre de Krist.

—No tenía otra—fue lo único que logró decir mientras se miraba a si mismo.

—Por eso, dime que ropa usas y te traerán un poco, no podemos traer tu ropa del departamento, puedes imaginar la cantidad de policías que hay fuera de tu apartamento.

—Oh... si, solo ocupo Jeans y camisas, polerones o poleras una talla más grande que la mía.

—Simple, me gusta.

Ambos terminaron de comer y los platos fueron retirados, Gulf no sabía que hacer con sus manos, estaba inquieto y podría fácilmente culpar la mirada que el contrario mantenía sobre él.

—Te enseñaré la casa—dicho esto Mew hizo que Gulf lo siguiera, le mostró todos los baños, cuáles podía usar y cuáles no, la cocina, la sala de estar, apuntó a cada puerta que fuera una habitación, el jardín y al final del recorrido se detuvieron frente a la habitación de First.

—Está no es tu futura casa, pero debes saber dónde está cada cosa por razones obvias, quiero que cuides bien a First, lo necesito vivo, cociente y como nuevo de aquí al próximo mes.

—Creo que es tiempo suficiente para que sane bien...

—Debe serlo, ahora puedes ir a la habitación, al jardín o pedirle algo a Fluke, solo no intentes escapar, me caes bien y no quiero verte con un tiro en la sien.

Gulf trago saliva y asintió hacia Mew, un escalofrío recorrió su cuerpo, definitivamente el tampoco quería recibir un tiro en la sien

—Sí.

—En unas dos horas te traerán un poco de ropa—Mew miró el reloj en su muñeca y se dio la vuelta dispuesto a hablar con Ohm.

Gulf iría a la habitación, definitivamente debía procesar lo que estaba ocurriendo, todo era muy rápido y nuevo para él, se dio la vuelta y tuvo que devolverse al oír su nombre.

—¿Gulf?—Mew habló, pero no era precisamente lo que Gulf quería escuchar.

—¿Sí?—Gulf levantó la mirada topandose con la contraria.

—Definitivamente no te haré daño, nadie aquí te hará daño, tranquilo.

—Bien...




































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Now or Never |ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora