—Hola, pequeña Dala. —Me sonrió uno de los compañeros de Leo, el tipo de cabellos marrones cortos y apariencia apacible, el mayor del grupo—. Te han dejado tarea.
Me señaló una mesa de metal que tenía una serie de papeles y un lapicero.
Al atravesar el umbral de luz me había encontrado con aquella oficina. Parecía diseñada por alguien con una debilidad por las clínicas, lo blanco y lo minimalista. En el vestíbulo estaban sentados los tres compañeros de Leo que siempre se mantenían en bajo perfil. El escritorio que se hallaba en la parte más distante de la sala ya no cargaba con las toneladas de papeles que había visto el otro día, sino que lucía más ordenado y pulcro. Y no había nadie sentado allí.
—No te preocupes, Leo no está. Lo mandaron a llamar —comentó el otro sujeto de cabellos negros puntiagudos, desparramado en el sillón blanco—. A lo mejor lo despiden.
—No lo creo, él lleva trabajando aquí más años que todos nosotros —acotó la joven bonita que estaba a su costado ojeando una revista.
Ninguno de ellos antes me había dirigido la palabra de manera tan ligera y fluida. Parecía como si estuviera en un salón de clases sin la supervisión de ningún profesor.
Entonces se presentaron respectivamente como Aluz, Sétian y Ulina. El amable, el irreverente y la simpática. Sus nombres se me antojaron algo raros, pero no fui tan descortés como para señalárselos. Ellos por el contrario, parecían al fin liberados para poder satisfacer su curiosidad conmigo.
—Es como si te hubieras sacado la lotería pero de la mala suerte —opinó Sétian.
—Pero dentro de todo, tuviste suerte de que te encontráramos nosotros —agregó Ulina con una sonrisa.
—¿Por qué? —pregunté distraídamente mientras completaba los datos de información personal en las hojas de papel. Los había empezado a llenar desde la última vez que había estado en la oficina.
—Pudiste haberte topado con otras divisiones... O peor.
—¿Cuántas divisiones hay?
—Hay muchas —explicó ella. Parecía que estaba contenta de poder soltarme información. —Nosotros somos la división R5T12, y éramos los que estábamos asignados para esa zona esa noche.
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Plenilunio (versión revisada)
FantasyVERSIÓN REVISADA (y con ilustraciones :D) Por un error que escapa de todo pronóstico, Dala encuentra por azar un portal hacia otro mundo y, a partir de ese momento, se ve obligada a iniciar una doble vida. Debe seguir actuando como una chica normal...