V : Tell me

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Una vez los japoneses mayores estuvieron al tanto de lo que ocurrió con el peliblanco no tardaron en reclamarles a sus hijos por enfrentarlo solos, pero cuando supieron de la ayuda de Momo a quien le tenían mucho cariño y sabían que era buena guerrera, se alegraron de tenerlos a los tres de vuelta y a salvo.

Pero el que se les escapara dejó muy molestos a los chicos, especialmente a la mayor de ellos, que había decidido salir a dar un “paseo” por la ciudad terminando en el puente sobre el río Han hipnotizada por la luz de la luna azul sobre él, aunque era triste que esta fuera invisible para los humanos.

Estaba sumida en sus pensamientos, recordando lo cerca que estuvo de deshacerse del peliblanco y culpándose por su escape, porque si, a pesar de que todos le dijeron que no había sido su culpa, ella se sentía la única responsable, después de todo había sido ella la que había tenido la oportunidad de deshacerse de el y no logró herirlo en el corazón.

Suspiró con pesadez mirando el anillo en su dedo anular derecho, volviendo su atención a la luna, decidida a hacerlo mejor la próxima vez. Minutos después una pequeña sonrisa se formo en su boca al recordar el sonrojo en el rostro de Jeongyeon esa misma mañana antes de su indeseable encuentro con el peliblanco.

Cada día sólo se convencía más de que la coreana era a quien quería tener a su lado para siempre, aunque de seguro aun faltaba mucho para eso.

Momo estaba en medio de una inspección en la capital coreana, tras toda pista del peliblanco cuando una de las figuras en el puente del conocido río se le hizo demasiado familiar. — ¡Pero que sorpresa! — Exclamó sonriendo. — Supongo que es mi noche de suerte. — Murmuró decidida a acercarse pero al parecer alguien más tuvo la misma idea y se le adelantó.

Sintió una incomodidad bastante conocida en su interior y apretó los labios al ver como los ojos de Mina brillaban al ver a la otra chica, que por su olor, la vampiresa de flequillo supo que era una humana. — Definitivamente jamás te entenderé Mina-chan, salir con humanos no es propio de ti. — Dijo observando la interacción de ambas chicas oculta en las sombras, pero no era la única.

Mina tomó aire y aquel suave olor a vainilla con algo de coco llenó sus pulmones, sólo una persona poseía ese aroma y ella lo sabía mejor que nadie, Yoo Jeongyeon. Pero no creyó que la chica estuviera cerca, realmente no lo creyó hasta que la escuchó llegar a su lado.

Algo en su interior tembló al verla toda vestida de negro, algo poco usual en ella, que siempre vestía faldas y mucho rosa en sus atuendos «Casi luce como un cazador» pensó antes de mirar sus hermosos ojos que tenían un hipnotizante brillo bajo la luz de la luna.

La castaña mordió su labio con nerviosismo antes de empezar a hablar. — Hola Myoui Mina. — Saludó tomando aire. — Yo... — Suspiró sintiendo la intensa mirada de la japonesa sobre ella. — Necesito hablar contigo sobre lo del otro día. — Mina se sorprendió, apartando su mirada de ella por breves segundos.

Y asintió tranquila sonriendo apenas. — De acuerdo. Yo... — Empezó a hablar siendo interrumpida por la menor.

Espera. — Levantó su mano para que se detuviera. — Me gustaría que me escucharas antes ¿Esta bien?

A la japonesa le pareció adorable su nerviosismo, por lo que río suavemente. — Bien.

La coreana tomó aire antes de volver a mirarla a los ojos. — Tu, me haces sentir cosas raras Mina, no es como si me incomodaras, sino al contrario, y te confieso que le temo a eso porque no lo entiendo. — Suspiró mientras la japonesa la miraba totalmente sorprendida. — No estaba segura sobre si preguntarte esto o no pero la verdad no puedo con la duda, no sé como es que lo supiste pero me pareció demasiada casualidad que el mismo día que yo... — Mina noto como se sonrojo y oculto su sonrisa por lo tierna que le pareció.

Soulmate Dream || JeongMiWhere stories live. Discover now