XIV : Monster

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— ¿Y bien? — Preguntó el peliblanco moviendo su cabello lentamente a un lado. — ¿Quien será el primero? — Su brillante mirada azul cambio a roja en un segundo dejando a los chicos sorprendidos.

Sana no tenía idea de lo que estaba ocurriendo pero por la reacción de todos no pudo evitar asustarse también ante aquel hombre demasiado parecido a la Taiwanesa, creyó que todo se había tratado de un juego de su mente, pues no era posible que alguien pudiera cambiar el color de sus ojos de ese modo y no sabe cual de los chicos lo dijo pero juraría haber oído la palabra vampiro, algo que le pareció increíblemente ridículo.

Todo hasta que la chica de flequillo que acompañaba a Nayeon, y miraba al peliblanco con odio. — ¿Que es lo que quieres miserable? ¡Vete de una vez! — Bramó sintiendo la mano de la coreana apretar su brazo, sorprendida de verla de aquel modo.

— Pequeña justiciera ¿No sabes lo que es el respeto? — Bromeo el misterioso peliblanco. — Además no creo que quieras exponerte de este modo ¿Verdad?

Esas palabras bastaron para que quedara claro que ambos se conocían, y para que tanto Nayeon con Bang Chan y Jeongyeon miraran a la chica de flequillo intrigados, Nayeon era la mas confusa, pues si su Momo conocía a ese extraño hombre significaba que tenia conocimiento sobre lo que era.

— ¿Momori? ¿De que esta hablando? — Preguntó la coreana sin apartar su vista del hombre que no le generaba mas que desconfianza.

Momo tragó con dificultad y miró a la menor con miedo, pues era consciente de que tenía todas las miradas de los humanos sobre ella y un paso en falso la dejaría en evidencia tanto a ella como a los demás. — Nayeonnie... — Susurró volteandose para mirarla a los ojos. — No creas nada de lo que diga este hombre ¿De acuerdo? — Pidió suavemente. — Sólo... Confía en mi, por favor.

Y a pesar de lo insegura que se sintió la coreana por un segundo, abrazó a la japonesa escuchándola suspirar mientras la rodeaba con sus brazos, pero su tranquilidad no duró demasiado, aún podía sentir las dudas por parte de la menor y el resto de los chicos.

— Y aparte le mientes tan descaradamente. — Dijo el peliblanco chasqueando la lengua. — Muy mal pequeña. — Sonrió de manera escalofriante y fueron Jeongyeon y Sana quienes se refugiaron esta vez en la espalda de Mina y Tzuyu.

— ¡Basta! — Dijo Tzuyu mirándolo, intentaba mantener la calma por la pelirroja, pero definitivamente el mayor se lo estaba dejando difícil. — ¿Que es lo que quieres? — Preguntó suavemente. — Dílo y te doy mi palabra de que lo conseguirás.

Los japoneses la miraron sorprendidos pero una seña bastó para que la dejaran continuar, pues si la conocían bien, y lo hacían, ya tenia un plan, aunque claro debían encontrar una forma de distraer al mayor sin que los chicos descubrieran algo.

— Es una tentadora oferta. — Hablo el sonriendo mirando la pequeña llama en su mano. —  Tener lo que quiero sin problemas o algún tipo de caos... — Hablaba como si en realidad analizara sus palabras pero al instante volvió a sonreír con malicia. — Podría hacerlo, si. Volvió a pasarse la mano por el cabello. — Pero... ¿En que clase de inmortal me convertiría eso?

— ¡¿Que es lo que pretendes?! — Minho estaba cabreado, definitivamente aquel hombre había logrado desesperarlo, así que dio un paso en su dirección sintiendo al instante la mano de su Noona en su antebrazo. — No hay nada para ti aquí.

— Eso es lo que tu crees pequeño Minho. — Rió el mayor. — Tengo una idea, aprovechando que están todos reunidos. — Dijo empezando a caminar por el pasillo mientras los demás no le quitaban la mirada de encima. — ¿Porque no jugamos a las adivinanzas? ¿No te parece Minita? — Su mirada se cruzo con la de Mina que permanecía inmóvil, pensando la forma de sacar a todos de allí sin exponerse, pero el mayor se lo estaba dejando complicado. — ¡Vamos! ¿Porque tan seria?

Soulmate Dream || JeongMiWhere stories live. Discover now