X : One Kiss, One Love

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Desde la sala de aquella casa donde se encontraba la chica de flequillo, que había decidido hacerle una visita a la coreana de adorable sonrisa, se escuchaba a un histérico castaño hablar por celular desde otra habitación.

¿Como que no llegaras a casa hoy? — Su voz se torno mas grave y su rostro enrojecido era la prueba de lo furioso que estaba. — Nada de eso Yoo Jeongyeon, en este instante me dices donde estas y voy por ti. — Exigió decidido a ir por su hija.

Papá, por favor. Ahora no, mira te aseguro que estoy bien ¿Si?

Changjoon suspiró intentando mantener la calma, necesitaba convencer a su hija de que lo dejara ir por ella, de otro modo, sabía que no pasaría una noche tranquila intentando averiguarlo por si mismo. — Jeongyeon cariño, por favor al menos dime que es lo que sucede. — Pidió suavemente. — Ni siquiera tu novia tiene idea de donde estas y...

— ¿Porque llamaste a Sana?
Papá, necesitas confiar mas en mi, de verdad.
Creeme cuando te digo que no tienes nada de que preocuparte.
Estoy bien ¿De acuerdo?

— ¿Pretendes que no me preocupe por mi niña? — Pregunto el castaño incrédulo. — Es imposible y lo sabes.

No se trata de eso papá, solo... Confía en mi.

La frustración de Changjoon aumento, sin embargo tomo aire para sonar calmado. — ¿Que fue lo que sucedió con Sana? Pregunto cambiando el tema. — Esa chica se escuchaba mal. — Contó sinceramente preocupado por el estado en el que la chica le contesto el teléfono.

— Ya no es mi novia papá.
Terminamos nuestra relación hoy.
Pero ahora me tengo que ir, mañana te explico todo.

Su expresión era de sorpresa pura y se sentó en el sofá de su oficina. — No Jeongyeon espera. — Pidió sin obtener mas respuestas que el sonido que indicaba el final de la llamada. — Maldición. — Bramo entre dientes levantándose para dar inicio a su búsqueda.

La japonesa tuvo que contener su risa al escucharlo maldecir, esa Jeongyeon si que es toda una rebelde pensó, pero su felicidad desapareció cuando leyó la mente del mayor y encontró la imagen de aquella chica en el río Han junto a Mina. — No puede ser... — Murmuró levantándose de repente, sorprendiendo a la castaña que la miro curiosa y detuvo su platica sobre el interesante trabajo de su papá.

¿Estas bien? — Pregunto Nayeon. — Si no quieres estar aquí podemos ir a...

Nada de eso, esto esta muy bien solo... — Rasco su nuca nerviosa. — Debo irme ahora, lo lamento.

Nayeon se levanto frente a ella mirándola incrédula y con los brazos cruzados. — No me digas, justo ahora recordaste que tienes algo que hacer. — Dijo con un marcado tono de sarcasmo que dejo perpleja a la japonesa.

¿Porque el tono? — Cuestiono haciendo una mueca. — También tengo cosas que hacer ¿Sabes? — Dijo cruzándose de brazos también, cualquiera que viera aquella escena se habría reído de lo infantiles que estaban siendo ambas.

Mejor ahorratelo, ya me conozco esa técnica barata. — Dijo Nayeon dándole la espalda, empezando a recoger las cosas que estaban usando anteriormente.

Momo hizo una mueca confusa antes de sonreír divertida, una idea paso por su mente y aunque no había leído la mente de la coreana, interpretó las señales de su lenguaje corporal.

Soulmate Dream || JeongMiKde žijí příběhy. Začni objevovat