Desenterrando verdades

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POV (T/N);

Habían pasado ya algunos días desde el cumpleaños de Dabi que hablábamos más. No me daba por vencida porque o si no, esto se volvería un circulo vicioso que no tiene fin.

Entonces estaba decidida, estaba preparando el desayuno con ayuda de Tocino y Chispitas cuando me entra una llamada entrante, la cual era de mi hermano mayor Marcus. No sabía si contestarle o no porque recordé lo cuan duro y rudo fue conmigo.

Temblorosa tome la llamada.

—¿H-hola?-intenté sonar tranquila pero se me quebró la voz.

—(T/n) tenemos que hablar. Ahora.-Su voz sonaba dura y fría mas un poco dolida.

—Lo siento pero no puedo.-Tome un suspiro y continue de mala gana—Fuiste malo conmigo, me trataste mal en mi punto más débil cuando no me podia defender, yo no soy una maldita masoquista para andarte perdonando.

—Exacto, te explicaré el porque de mi comportamiento.

—¡P-pero!

—En 10 llego a donde estás-aparte de interrumpirme me colgó.

Intente calmarme, claramente no estaba. Hasta que sentí las manos cálidas de Dabi enrollando a las mías. Lo mire y sus ojos turquesa zafiro me dieron calma, él no pregunto, él no dijo ni siquiera una palabra solo se arrodillo a la altura del asiento -porque mi silla se había perdido en ese puente- y me estrujo en sus brazos.

Me reí un poco para que el escuchara.—Para ser un vagabundo vendedor de drogas eres fuerte.

Su cara cambió a una cara seria y con monotonía de voz dice—no soy un vendedor de drogas.

—Pero lo que si soy es ser fuerte.

Empezó a reír y me cargo como princesa dando vueltas por toda la sala, los dos estábamos riendo porque hacíamos relajo, estos lindos pero sinceros momentos era los que pasaba con Dabi.

Una puerta se escucho ser abierta y era la principal, Dabi aún conmigo en sus brazos me llevo directo sabiendo que era mi hermano. Marcus nos quedó viendo un rato y bufo para sentarse en el sillón cercano a su derecha.

Dabi mientras miraba a mi hermano amenazante me dejo con cuidado en el sillón, vi a Marcus removerse en su asiento un poco incomodo porque debo admitir que Dabi si da miedo, hm tiene cara de matón o algo este chamuscado que raro.

Su mirada después se poso en mí preocupado por cualquier cosa lo calmé un poco posando mi mano en su mejilla y lo vi que se tranquilizó.

Mi hermano tosió falsamente queriendo darse a notar pero Dabi lo miró irritado.

—Ni se te ocurra pasarte de listo, ten cuidado que soy vendedor de drogas.-Dabi me guiño el ojo y se retiró de la sala para irse a la cocina seguido de Tocino y Chispitas.

Dirigí mi mirada al frente en donde estaba mi hermano.—Qué quieres.

—Contarte todo, eso es lo que quiero.

—Lo que más me repugna es que no parece que te sientes mal por todo lo que me has hecho, antes nuestra familia era normal NORMAL, yo no quiero ser ninguna chica de una familia con un enredado en el medio-alzaba cada vez mi voz molesta.

—¡¿Crees que ha sido fácil para mí?!- Se levanto de golpe y sus venas de enfado se mostraban en su cara pero Dabi sacó la cabeza de la puerta corrediza de la cocina entrecerrando los ojos y mi hermano se sentó ahí mismo.

Marcus suspiro—Yo te amo (T/n) como el hermano que soy, pero mi odio me gana más. Mucho más, después de lo que me enteré cuando volvimos a (T/p).

Borrando momentos del pasado (Dabi x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora