Borrando momentos del pasado (Dabi x T/n)

Beso intencional.

Narrador Omnisciente;

Dabi se paseaba desesperado por la sala mientras no sabía que hacer al respecto de esta situación. (T/n) no había salido de su habitación en casi toda la mañana sin haber desayunado, Chispitas de la misma manera estaba impaciente dando vueltas por los sillones.

—Van a cavar un hueco en el piso si siguen así-se escuchó.

—¡(T/n)!-Dabi y la ayudante de la chica se acercaron a ella quien era cargada por Tocino, Chispitas puso el mantel de comida y Dabi los platos para comer.

Todos se sentaron en silencio aunque no es como si los ayudantes pudieran hablar, pero si tenían una ventaja la cual era de que se podían levantar de la mesa -saliendo de ese incómodo momento-  excusándose de que no comían alimentos humanos.

En conclusión se la sacaron.

Los dos cuerpos que si llevaban carne y tejidos estaban en un silencio que Dabi quería romper, pero era un momento con un enigma demasiado grande porque pensaba que si hablaba de más podría aturdir a la chica pero también temía que si no mostraba "interés" tal vez lo tachen de desconsiderado.

—No tienes que analizar tanto Dabi.

Él alzo la mirada que antes estaba concentrada en el platillo de comida para mirar a su chica la cual reflejaba tranquilidad.

—N-no-se aclaró la garganta por ese titubeo—¿No estás molesta? ¿Triste?

Inquirió con sus cejas mostrando preocupación.

—Sinceramente, no sé cómo debería sentirme...digo no es algo que aprendes todos los días.

Dabi no esperaba esa respuesta, pensaba que estaría de todo menos neutral.

—Puedo preguntar por qué-se acerco más a la mesa con su silla—Por qué tu reacción, amo que estés tranquila pero no lo sé no me gustaría que te estés guardando las cosas.

Ella rió un poco.

—Dabi utilizando la conjugación de amar, jamás lo vi venir.

Dabi inmediatamente alejó su cuerpo de la mesa, se levanto y la miro con disgusto virando su cara con un sonrojo no notorio pero vamos, estaban los dos frente a frente en una mesa de madera de caoba de amplitudes cortas como para estar cerca de las personas que comen.

—¿Te comió le lengua el gato?

Ahora si su sonrojo había aumentado en cantidad pero estaba vez la miró de frente y ella se sorprendió por esa confrontación.

—Mira lo que me haces mujer.

Ahora si (T/n) estaba estallando a carcajadas, Dabi pasó sus manos tocando el rostro de (T/n) quien paró de reír de poco a poco.

—No te rías de mi.

—Ya ya, veré si lo cumplo.

Dabi suspiró y la abrazo.—Enserio dime que te pasa, no te lo guardes.

—Enserio no me pasa nada, anoche ya llore demasiado, te conté lo frustrada que estaba aunque no sea la misma felicidad de antes que era genuina, por al menos esto me da tranquilidad.

—Que toda tu vida ha sido una mentira.

Le pegó un zape.

—No, genio.

—Gracias ya lo sabía.

Los dos rieron y (T/n) siguió.—Prefiero haberme enterado de que ellos ya no me quieren por algo válido a que pensar toda mi vida que hice algo malo para merecer su desdén.