Ambos eran una pareja unida por el mismísimo destino, pero, ¿y si ellos no querían estar juntos?
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Para escapar de un pasado que lo ahogaba, Eiji se inscribe en una de las mejores universidades de Londres mientras lucha por ocultar quien es y que h...
<< Eiji, eres un error. No deberías haber nacido, ¿lo sabes? >>
<< Arruinaste por completo nuestra familia con tu nacimiento, ¡más te vale hacer algo importante! >>
<< ¡No es suficiente, Eiji! ¡Estudia aún más, hasta que te ardan los ojos! >>
<< Por todos los cielos, Eiji. ¡Deja de buscar atraer hombres! >>
La cabeza dolía, demasiado para mi gusto. Resultaba muy "encantador" que esto fuese lo primero que sentía al despertar. Di un leve vistazo al reloj de la pared, agradeciendo que aún tuviese el tiempo para darme un ligero baño antes de irme a la Universidad.
Me levanté adolorido de la cama, aun sintiendo las consecuencias del celo en mi cuerpo. Me moví hacia mí baño propio, quitándome la ropa en el camino y abriendo la canilla de la bañera: disfrutando sentir el agua caliente tocar mi cuerpo en cuanto me metí a la ducha, deseando pasarmela completamente todo el día allí.
Era imposible para mí tener que estar soportando los celos, los cuales se volvían más poderosos y dolorosos con el pasar del tiempo. Ni siquiera las pastillas podían detenerlos ágilmente. Y por nada del mundo aceptaría en buscar una pareja carnal para ayudarme en mi pesar, ¡sobre mi cadáver!
Cerré la lluvia de la bañera y me moví desnudo por mi apartamento, eligiendo mi ropa y preparando una gran taza de café para dar comienzo a otro día de mi terrible vida. Solo era yo en ese gigante departamento, silencioso y sin más presencia que la mía.
No es como si la soledad fuese algo extraño en mi vida.
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