Jules

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— No es necesario que vengas a acompañarme, puedo romper la nariz de todos los de aquí con extrema facilidad. — Dijo Isidora, levantando su brazo para demostrar el intento de mostrar músculos a pesar de ser una completa flacucha. Pero ninguna de sus palabras eran mentiras, siendo ella también una Omega: Lea nos había metido a todos a defensa personal sin importar nuestro género, especialmente a Isidora. Aún así, conocía los pretenciosos que eran muchos Alfas de por aquí y también tenia la oportunidad de pasear más por el edificio para volver a encontrarlo a él.

— Lo sé, lo sé, eres una niña genio y no necesitas repetirlo — Le tironee la nariz, recibiendo quejas y manotazos de parte mi hermana pequeña.

— ¡Sal de aquí de una buena vez, Jules! — Ella casi se lanza a morder mi mano como advertencia, logrando su cometido y que me detuviera de molestarla. — O puedes quedarte a hablar de tus delirios amorosos, ¿quién es ahora? — Alzaba sus cejas con total interés, bastante diferente a su faceta gruñona de hace unos segundos.

— No es tu incumbencia, Isi.

— Aunque el cuento de que te enamoras de cualquiera que te sonría ya es viejo, me gustaría saber por quién has caído ahora.

— ¡Oye, yo no me enamoro a la primera! — Isidora levantó sus cejas con burla, logrando que mi rostro se tiñera de colorado. — ¡Bueno, tal vez sí! ¡Pero esta vez es diferente, porque es especial!

Ella se estiró como un gato, claramente indicando que había perdido el fácil interés en la conversación. — Siempre dices lo mismo, eres un completo terrón de azúcar cuando se trata del amor.

— ¡Mentira!

Mi hermana sonrió de forma macabra y comenzó a picotearme con su lápiz. — ¿Quieres que haga una lista de tus amores?

Me levanté ofendido del asiento al lado de Isidora, comenzado a marcharme a paso lento de ella. — ¡Me marcho! No quiero perder mis clases solo por estar jugando contigo.

— Es tan fácil provocarte, Juju. — Se burlaba de mí, ganando miradas de muchos.

Bufé, dando una mirada general por el salón medio lleno: no estaba. La mayoría mantenía una vestimenta demasiado parecida entre sí y los aromas de todos me costaban concentrarme en buscar uno en especial.

Él lucía maduro, demasiado para estar en primer año como Isidora. Podría preguntar a un par de conocidos de otros años superiores.

¡Te voy a encontrar desconocido, ya lo veras!


Me había olvidado preguntar, ¿que tal les caen los personajes? 

¡jsjs! ¡siempre olvido interactuar!

¡jsjs! ¡siempre olvido interactuar!

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¡No quiero tu amor! ©Where stories live. Discover now