𝐒𝐡𝐨𝐰 𝐦𝐞, 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 || 𝐉.𝐉𝐊 +18

[15]

Jungkook;

Su hermosa voz acarició mi oreja con ese comentario, y es que me fue imposible mantenerme firme, sentí mis piernas flaquear cual puberto, pero es el efecto Kang Sunnie y no puedo controlarlo.

Ojala aprenda pronto.

Cuando bajé la guardia ella no perdió el tiempo y me dió un empujón que me hizo trastrabillar hacia atrás. No sé de donde mierda sacó la fuerza pero me mandó a volar del maldito empujón.

— ¡Kang Sunnie! —grité para correr tras de ella que no dudó en huir de mí.

Escuché una carcajada suya mientras entraba a la cocina y no tardé en alcanzarla ahí. Se reía en mi cara, había jugado con mi cordura y lo sabía.

Su sonrisa juguetona asomó en su rostro y entonces supe que volvería a correr. Tal como lo predije actuó. Parecía querer jugar al gato y al ratón.

Listo para atraparte y comerte dulzura.

Rodeó la cocina corriendo hasta llegar a la sala conmigo tras ella. Al estar al frente del sofá, yo quedé atrás. Creyó que no la atraparía pero subí por el enorme sofá ocre para quedar justo frente a ella.

— No es justo, Jeon. —se quejó queriendo volver a escapar pero esta vez no la dejaría. Tomé su rostro y con rapidez me apoderé de sus deliciosos labios. Un poco desconcertada aceptó mi beso, no pasaron ni cinco segundos antes de sentir sus manos  tomar mis muñecas y aferrarse más.

Movía mis labios sobre los de ella con agilidad, succionando cada parte de ellos con el único objetivo de sentir su sabor de nuevo y robarme su aliento. Solo era un beso fogozo, no podía darme el lujo de calentarme en casa de Tae. Por último dejé una leve mordida en su labio inferior y terminé separandome de ella tan solo unos centímetros.

— No me llames Jeon. Detesto que uses mi apellido en ese tono —susurré y ella rió.

— Jeon... —susurró de vuelta con diversión. Me uní a su melodiosa risa y dejé un suave beso sobre sus labios.

Me gustas...

Se separó de mi y soltó un leve suspiro.
— Oye, lo siento. No debí empujarte pero me tenías acorralada. Lamento tambien no haberte dicho como me sentía respecto a... ya sábes. —dijo con una leve sonrisa tímida.

— Tranquila, solo hablame ¿quieres?. Tú estás para mi y yo para ti, no importa la situación o su nivel de gravedad; cuenta conmigo siempre, nena —aunque dudé en decir lo último, no se lo tomó a mal. Me sonrió y se colgó de mi cuello para abrazarme. Mis manos tomarón su cintura y la apreté más a mi, sientiendo como mi estómago tenía aquella molestia que le llamaban maripositas.

Estás jodido, Jeon Jungkook.

De pronto escuchamos la puerta principal ser abierta por lo que nos separamos. Taehyung y Jisoo entraban cargando algunas bolsas de supermercado.

— Hola, Jungkook —saludó Jisoo con timidez. Sus mejillas tomaron color y carraspeó. Es linda, es divertida y una gran chica, pero no es como que me interese de forma romántica.

— Broh, What's up? —vociferó el castaño. Pero frunció el ceño al ver mi mochila en el piso y la alfombra de la entrada totalmente fuera de lugar. — ¿Que rayos pasó?

— Que Jungkook es un tarado. Consecuencia lo empujé y se cayó porque el muy torpe no sabe equlibrarse —Kang sonrió inocente en dirección a los chicos y luego a mi.

— ¿Disculpa? ¿Quien fue la que empezó? —fingí indignación.

— Oh, ya callense. No quiero oirlos pelear, quiero ver películas. —dijo llendo a la cocina junto con una Jisoo divertida ante la situación.