𝐒𝐡𝐨𝐰 𝐦𝐞, 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 || 𝐉.𝐉𝐊 +18

[04]

😏

Me puse tensa, muy tensa.

Desde el día del incidente en el baño no había tenido una mínima interacción con él, prácticamente lo ignoré de manera olímpica todo el fin de semana.

—¡Jungkook hijo! Cuida bien de Sunnie ¿Si? Nos veremos muy pronto —la señora Jeon se veía muy contenta.

Ojala y yo estuviera igual.

Pero no.

—Ahora debemos irnos. Cuidense mucho, chicos —el señor Jeon y su esposa nos brindaron un abrazo de despedida a cada uno.

—Trata de no morir con su comida.... —susurró el Jeon mayor provocando inconscientemente que yo soltara una risa.

Tomaron sus maletas y se dispusieron a caminar a la salida, yo seguía parada a media sala y Jungkook en el marco de la puerta de la cocina.

—Diviertanse~ —cantó mostrando aquella sonrisa sugestiva, la señora Jeon antes de salir por la puerta.

Dios.

Me giré lentamente sobre mis talones y lo divisé ahí, simplemente viéndome con expresión divertida. Usaba una holgada camisa negra, unos pantalones negros no muy ajustados y sus botines negros. Su pelo estaba alborotado y su flequillo casi llegaba a sus ojos. Remojó su labios y luego mordió su lengua. Mi mente sólo pensó en el beso.

El beso

El simple hecho de recordar esa lengua aventurándose en mi boca, y la bella danza que hizo con la mía, hacía que mi respiración se tancara, mis piernas flaquearan y en mis mejillas, el calor subiera inmediatamente tornándolas rojas de vergüenza.

Me encogí en mi lugar, me sentía cohibida.

—Sunnie, ¿podemos hablar?

Oh no.

—¿D-de q-que?

Él sonrió.

Maldito.

—Tu sabés. —hizo una pausa esperando mi respuesta más no llegó — Lo que pasó con Jackson, Sunnie. ¿Que creías?

Oh

—N-nada.

De pronto se puso serio, al parecer si estaba molesto por mi indiferencia.

—Me has ignorado el fin de semana, sabiendo que me prometiste hablar sobre eso. —dió un pequeño suspiro y lentamente se acercó a mi.

Me quedé estática. No sabía que hacer. La ultima vez que estuve cerca de él, tenía su mano en mi rodilla y no de una manera inocente. Y anterior a eso nos besamos.

¡Rayos!

Se detuvo cuando las puntas de nuestros pies casi rozaban. No invadía del todo mi espacio personal pero me sentía jodidamente nerviosa. Él jamás se había acercado tanto.

Sus ojos cafés se clavaron en mi y examinaba mi rostro con detenimiento. Yo seguía inmóvil y sin saber que hacer, estaba totalmente muda. De pronto vi ese lindo lunar bajo su labio inferior. Siempre me había gustado y llamado la atención.

—Sunnie... —llamó

Subí mi vista de nuevo a sus ojos, ahora me veía insistente.

—Yah, él me rechazó —solté molesta, dolida y nerviosa

Suspiró, puso sus labios en una fina linea y luego simplemente extendió sus brazos y me apretó a él. Por la diferencia de altura, mi mejilla quedó contra su pecho y el recostó la suya en mi cabeza.