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❹❺"ᴹᶦ ᵈᵒᵇᵉ"

Trabajo.

Trabajo, trabajo.

Y más trabajo.

A eso se reduce mi día a día, laboro ocho horas diarias y unas extras para poder tener un sueldo que mi pareja se gasta en una semana solo en cajas de ramen instantáneo. 

Okey no, solo exagero.

Rey del drama me decía mi madre.

En fin, siento que la última vez que llegué a casa para tener sexo con Naruto fue hace décadas. El participar en la construcción de un nuevo centro comercial me ha tenido ocupado.

Aunque el dobe se lleva la peor parte si hablamos de trabajos complicados.

- Ya estoy en casa - anuncié mientras me retiraba los zapatos en la entrada

- Ho...la...-balbuceó hasta desplomarse en la mesa, dejando caer unas latas de Red Bull y Monster

- Ay mi dobe - me acerqué para darle un beso en la mejilla - ¿Aún no terminas la maqueta?

- Tú que crees - me respondió fastidiado, solo reí

Me di una ducha rápida y me puse algo cómodo, fui a la cocina para prepararle el ramen que tanto le encanta.

- ¿Necesitas ayuda?

- ¿Podrías pegar esos palillos? Necesito que el suelo sea resistente.

El primer día estuvo muy feliz de que le asignaran hacer el nuevo diseño para un nuevo local de Ichiraku, a pedido del señor Teuchi, es por eso que se anda esforzando muchísimo.

- Si lo hago bien, tendré mi recompensa. Si lo hago bien tendré mi recompensa - murmuraba para sí mismo

- Y claro que la tendrás - sonreí. Mis pensamientos sobre ello se habían adueñado de mi mente

- Sasuke...- llamó, haciendo que saliese de mis pensamientos pervertidos

- Dime

- Luego de entregar el diseño...quisiera descansar por un tiempo 

Me quedé en shock.

- Entiendo...- respondí algo desilusionado, pero debía ser comprensivo. Me sonrió con cansancio, le acaricié la mejilla y sonreí para él.

Y he soportado un tiempo sin hacer el sin respeto, unos días más no me matarán.

¿O sí?

- Un mes después -

- No lo necesito, no lo necesito - comencé a balbucear. 

El grifo lo tenía abierto para solo concentrarme en el agua corriendo y despejar mi mente del problema. Miré mi reflejo, algunos días no podía dormir, algunas noches me encerraba en el baño de la habitación para tratar de complacer a mi cuerpo, se puede decir que ahora tengo más fuerza en una mano que en la otra.

Me lavo la cara y salgo del baño para regresar a mi puesto de trabajo, donde reviso los correos de la jefa sobre nuevos proyectos de los cuales me puedo encargar.

- Extraño a Naruto...- suspiré. Tomé mi teléfono para enviarle un mensaje. Mas no lo leyó

-Señor Uchiha, si es posible no use mucho tiempo el teléfono mientras trabaja

- Lo lamento señora Myōjin - no dijo nada más y pasó a retirarse. Apagué mi teléfono para no más distracciones.

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