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❸❼"ᴺᵒ ˡᵒ ᵈⁱʳᵉ́"

Caminaba por el centro comercial, solo con mi soledad, el teléfono vibró. Eran las amigas de Naruto preguntando si es que yo sentía algo por él.

- No hablaré de eso...- susurré para mí mismo guardando el teléfono

- ¡Hey Sasuke! - giré en la dirección de aquel grito ya conocido, venía corriendo hacia mí con esa enorme sonrisa

- ¿Qué haces aquí? ¿No estarías babeando por mi hermano en alguna cafetería?

- Sí pero...- desvió la mirada - recordé lo que pasó en nuestra anterior cita...

- ¿Y?

- Oh vamos, no me hagas decirlo - hizo un puchero, quise reírme

- ¿Te parece si nos saltamos la película? - susurré en su oído mientras le apegaba a mí. Sus brazos rodearon mi cuello

- Encantado - respondió a centímetros de mis labios

No dudé en besarlo, mordí su labio inferior para que abriese un poco la boca y así poder juguetear un rato con su lengua.

- ¿Lo hacemos en el auto? - preguntó coqueto. Me lo pensé por unos segundos ya que no es mío, pero terminé aceptando.

No puedo decirle que no.

Tomamos el ascensor, donde los besos apasionados no pararon, le tenía contra la pared y simulaba embestidas leves mientras su trasero se frotaba con desesperación sobre mi erección.

Había estacionado el vehículo en la esquina de todo el estacionamiento subterráneo, estaba oscuro y se alejaba de las cámaras de seguridad, aunque de todas formas, no me importa si nos ven.

Abrí la puerta trasera y le recosté en el asiento, me subí en su encima y la cerré. Mis labios dejaban leves marcas de color rojo sobre su piel, sus jadeos se escapaban de sus labios al sentir mis roces. Deslicé su pantalón y se lo retiré de un tirón, lo mismo hice con su bóxer dejándolo a mi merced, levanté sus piernas y nuevamente dejé algunos chupetones en sus muslos hasta llegar a su pelvis. Levanté la mirada para verlo, tenía un sonrojo notorio y la boca entreabierta tratando de calmar su respiración agitada, además de los ojos cristalizados, se veía tan erótico.

Me acerqué a su rostro para volver a besarle, esta vez de una manera más suave pero a la vez posesiva. Sus brazos rodearon mi cuello, profundizando la unión de nuestros labios. 

Quiero hacerlo solo mío, tenerlo solo para mí, que solo gima mi nombre, que siga necesitando de mí, que me busque cuando esté solo o aburrido, que no dependa de nadie más... todo podría arruinarse, si es que de mis labios se escapa, aquellas palabras que se esconden en el rincón más oscuro de mi corazón.

- Sasuke...- suspiró mi nombre cuando nos separamos unos centímetros y comenzó a acariciar mis cabellos

- ¿Qué sucede? - susurré, sus ojos se fijaron en los míos y sonrió

- ¿Te pusiste celoso? - soltó una pequeña risa burlona

- ¿Quién no lo estaría? Es Itachi de quien hablas - reí también

Esta vez fue él quien me besó, no dudé en corresponder. Sus manos se deslizaron por mi espalda hasta llegar a mi bolsillo trasero y sacar el preservativo. Sonrió con picardía para luego volver a besarme. Me recosté sobre el asiento y me retiré las prendas inferiores; se subió encima mío y se encargó de colocar el condón en mi erección. Tomé ambas nalgas con mis manos y las separé para lentamente ir penetrando su entrada que él se encargó de dilatar antes.

Un leve grito lujurioso se escapó de sus labios cuando toda mi hombría entró por completo. Su sonrisa zorruna es muy excitante, al igual que cada movimiento que hace sobre mi miembro, moviéndose de arriba a abajo con brusquedad; jadeos que se convertían en gemidos, fueron ahogados por mis labios que se unieron a los suyos en movimientos desesperados, se aferró a mis cabellos y comenzó a saltar con más rapidez mientras a modo de ruego, gemía mi nombre, nublando mi raciocinio. Tomé su cadera y comencé a embestir con más fuerza, no pude evitar gemir su nombre también; le recosté en el asiento y levanté sus piernas para ir más profundo, hasta llegar al orgasmo y poder venirme en el preservativo y él sobre su abdomen.