❷❺ "ᴼⁿˡʸ ˢᵉˣ"

5.2K 351 229
                                    

El sol se ocultaba, los rayos de luz comenzaban a dispersarse, dejando aquella sala en completa oscuridad; sus embestidas lentas pero profundas, producían que gemidos entrecortados saliesen como un leve suspiro, sus manos frías sostenían mi cadera, mientras suspiraba mi nombre cerca de mi oído.

Me apoyaba en el borde de aquel sillón, donde nuestros cuerpos se recostaban; dándole la espalda a aquella pantalla gigante, que con su brillo nos iluminaba.

Suspiros de placer salían de sus labios, y su aliento caliente rozaba los míos atrayéndolos hasta unirse en un beso húmedo, donde nuestras lenguas jugaron a participar en una guerra de ver quien resiste más a los roces del otro.

Ahogando nuestros gemidos en un beso, dejó salir aquel líquido viscoso dentro de mi entrada lujuriosa, mientras yo no resistí más, y manché su mano traviesa que había estado estimulando mi miembro.

Nos miramos con unas sonrisas de lado; como si de telepatía se tratase, me dio vuelta, quedando frente a frente, volvió a besarme, tomándome de la cintura alzó mi cuerpo e inmediatamente rodeé su cadera con mis piernas.

Entre besos cortos nos dirigímos a su habitación, mas las ganas de otra ronda nos vencieron, y puso mi espalda contra la pared del recibidor, juntó nuestros labios en un beso agresivo, intensificando la pasión que recorría por todo nuestro cuerpo.

Teníamos que ser rápidos, en cualquier momento alguien podría cruzar esa puerta, y encontrarnos en una situación comprometedora.

Embistió con fuerza, por lo que solté un gemido que ahogué mordiendo mi labio inferior, pero no fue suficiente, pues sus rápidas embestidas sumando a la posición en que nos encontrábamos y dando en mi punto más excitante, no resistí más y le dejé oír lo mucho que lo estaba disfrutando, al igual que sus gemidos roncos que ahogaba besando mi cuello, indicaron cuanto le gustaba invadir mi entrada.

Las estocadas fueron más rápidas y más profundas, la ropa nos estaba incomodando, queríamos terminar rápido aquí, para subir a su habitación y poder disfrutar como se debe; es así que con unas últimas embestidas, recostó su cuerpo contra el mío en aquella pared helada; me aferré a su espalda arrugando la tela de su camiseta y él presionando mi cadera, se vino dentro mío una vez más y yo ensucié nuestras ropas.

Con la respiración agitada, descansamos un rato en aquella posición; nuestros pechos subían y bajaban con rapidez, sus ojos oscuros como la noche miraban fijamente a los míos, hasta que lentamente se fueron cerrando, acercándose a mi rostro para implantar un beso suave y cálido, que hizo mi corazón latir, produciendo sensaciones indefinibles e irreconocibles.

Aún entre sus brazos, subimos hasta su habitación donde me recostó en aquella cama testiga de nuestros encuentros más íntimos.

Entre besos cortos retiraba mi ropa y yo la suya, nuestros cuerpos sudorosos buscaban volver a unirse; mi cadera se movía por sobre su miembro, pidiendo ser invadida en ese instante; pero a él le gusta torturarme, le gusta provocarme un poco más, antes de poder proclamarme como su compañero sexual.

Besaba mi torso como si de un manjar se tratara, al igual que succionaba mis pezones y los mordía con delicadeza, produciendo que mi voz salga con suavidad, para ser silenciada nuevamente por sus labios.

Deslizando sus manos por mis piernas, las colocó por encima de sus hombros, para luego acomodar su hombría en mi dilatada y húmeda entrada, que embistió nuevamente recostando su cuerpo sobre mi torso y acercarse lo suficiente para morder con delicadeza mi clavícula, dejando una marca que se tornaba de un color carmín y por la que solté un gemido de dolor placentero.

Sus movimientos eran rápidos y constantes, me tomó de las muñecas y jalaba mi cuerpo hacia el suyo, profundizando las estocadas una y otra vez, provocando que mi voz saliese sin control, que mis jadeos aumentasen y se mezclaran con sus suspiros y quejidos roncos.

🔥Sex partners🔥Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt