short dick

013

El lanzamiento de la nueva línea de productos fué sensacional.

Al momento en que pusieron los productos en el mercado comenzaron a venderlos y pronto estuvieron en el top.

Sus trabajadores estaban en todos las redes del mundo, traducian y leían los comentarios y veían las estrellas.

Ya se estaba transmitiendo la publicidad en la Tv y se hicieron grandes anuncios.

Ahora Soobin ya podría relajarse.

Mentía

Había algo que le disgustaba y tenía todavía ese sabor amargo en su boca.

Le habían entregado un par de fotos y videos de su amorcito abrazando y despidiendo cariñosamente a otro chico.

Primero se enojó pero después se puso triste, y decidió empezar a hacer algo antes de que sea demasiado tarde.

Tomó el horario que sus espías le dieron sobre las actividades de Hueningkai, checó la hora y en este momento estaría trabajando en la cafetería.

Tal vez iría a su trabajo y lo invitaría a comer o cenar.

Los nervios de inmediato se hicieron presentes porqué recordaba no haber cuidado bien de si mismo y ahora no estaba en su mejor versión.

Tendría que recurrir a Yeonjun si quisiera ir a ver al niño bonito.

Le marcó y le pidió ayuda, Yeonjun al principio no aceptó pero Soobin le dijo que le daría su Lamborghini rojo.

Y así Yeonjun aceptó y partió hasta su casa.

Se dió una ducha, cuidando de limpiar todo cuidadosamente, y hacer su rutina diaria de skincare.

Se vistió casualmente e intentando no ser tan formal con su ropa.

Minutos después llegó Yeonjun e hizo su trabajo impecablemente, extendió las manos y Soobin le dió las llaves del auto, después Yeonjun salió dando pequeños saltitos y Soobin cerró la puerta de su recámara.

Se miró al espejo y realmente le gustó lo que vió, se veía tan bien que algo dentro de el  aumentó.

Salió caminando con actitud, se subió a su otro Lamborghini pero de color negro, condujo hasta dónde estaba la cafetería en donde trabajaba Hueningkai.

Ésta se encontraba un poco llena, Hueningkai era el único atendiendo y realmente parecía ocupado así que se sentó en una mesa a esperar.

(Comenten lo que quieran)

Hueningkai trataba de mantenerse calmado.

Porqué si no lo hacía tal vez acabaría golpeando a todo el mundo.

Puso manos a la obra, hacia los cafés y las malteadas con cuidado de no cometer un error, cortaba las rebanadas de pastel lo más perfecto que podía y las envolvía, entregaba las cosas con amabilidad y una sonrisa.

Pasaron cerca de 10 minutos cuando la cafetería pareció estar vacía, exceptuando a una pareja y un chico.

El chico se le hacía conocido y como no se levantaba a ordenar supuso que tendría que ir a la mesa.

Tomó la pequeña libreta y el lapicero, respiró profundo y puso su mejor cara.

-¡Hola! ¿Que desea ordenar?- pregunta sonriendo suavemente y cuándo se percató que era el “ovejitas", su sonrisa se amplió más y estaba a punto de decir otra cosa pero lo interrumpió.

-Que aceptes salir a comer conmigo- dijo soobin a un volumen que solo Hueningkai podría escucharlo.

-Ovejitas, me gustaría mucho pero todavía no acaba mi turno- dijo Hueningkai guardando la libreta junto con el lapicero en el bolsillo del mandil, y se sentó enfrente de Soobin.

-Te puedo esperar lo que necesites- dice Soobin sonando un tanto ansioso.

-¿Si? Bueno, entonces espérame, ¿Vas a ordenar algo?- pregunta Kai y Soobin asiente.

-Una malteada de vainilla-

Hueningkai asiente y se levanta de su asiento, y al dar sólo unos pasos la campana de la puerta suena y se voltea en dirección a ella, haciendo una reverencia y dando la bienvenida.

Y todo esto, lo hizo bajo la atenta mirada de Soobin, quién tuvo que reprimir una sonrisa en cuanto Hueningkai hizo la inclinación.

Definitivamente tendría que hacer que esta tarde valiera la pena.

Ví a dos bears hacer el sin respeto por un callejón.

A bears no me refiero a osos, si no a los hombres que tienen mucho vello corporal.

Fué realmente asqueroso.

Tenían como unos 40 o algo así de años.

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-Gyeommki-