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-¡Gracias por esperar!- dice Hueningkai ya estando sin el mandil, ni la gorra del local

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-¡Gracias por esperar!- dice Hueningkai ya estando sin el mandil, ni la gorra del local.

Traía unos pantalones de mezclilla del estilo boyfriend, playera blanca y chaqueta negra.

Soobin sonrió y se levantó, dirigiéndose a la salida siendo seguido por Hueningkai.

Empezó a preocuparse por el lugar al cuál deberían de ir, tomando en cuenta sus vestimentas no podrían ir a algún lugar fino.

¿Tal vez a una cafetería? No, Hueningkai acababa de salir de una y no sería nada lindo o especial.

¿Deberían comer en los puestos de la calle? Soobin realmente no tenía problema con ello pero no podía saber con exactitud las medidas de higiene que tendrían los vendedores y no quería que su niño bonito sufriera de alguna enfermedad.

¿Fast food? A Soobin no le gustaba tanto, era muy grasosa y no quería hacer ejercicio, suponía que Hueningkai tampoco pero no podría estar seguro, así que estaba a punto de preguntarlo cuando...

-Oiga hyung, ¿Podríamos ir más despacio?- pregunta Hueningkai, Soobin le volteó a ver y pudo ver el paso apresurado que llevaban, Hueningkai se veía cansado y se detuvieron.

¿Es que era estúpido? Hueningkai tuvo una tarde ajetreada y ahora lo mejor que quería sería comer y descansar.

-Lo siento, pero realmente no sé a dónde podríamos ir- Se sincera Soobin y ve a Hueningkai sonreír, eso lo tuvo confundido.

-Tranquilo hyung, podemos ir despacio, no hay prisa, ovejitas- dice Hueningkai poniéndose a su lado y enroscando sus brazos empezaron a caminar a ritmo lento.

Un paso a la vez.

El clima era fresco, los últimos rayos de sol alumbraban el lugar, esos rayos rojos tintados de rosa.

Soobin se permitió respirar profundo, exhaló y ahora estaba más tranquilo.

El calor que le brindaba el tener sus brazos enroscados le hizo sentirse bien y más por qué el brazo era de su niño bonito.

Sus mejillas se calentaron y desvío la mirada, observó el paisaje, se encontraban en un parque y se podían ver y oír los gritos, risas y comentarios que los niños hacían en los juegos.

Había también jóvenes bailando y en skate, se veían realmente felices.

Volteó a ver a Hueningkai quién también estaba viendo el paisaje con una mirada relajada y calmadamente paseaba su mirada por todas las áreas del parque.

Los colores del atardecer pintaban un paisaje hermoso y hacían resaltar la belleza de Hueningkai.

Si fuera una pintura, traería calma y buenas vibras, positivismo y haría que te relajaras.

Realmente era hermoso, Soobin se quedó pasmado, ¿Hueningkai existía de verdad?

Y cuándo el viento sopló, despeinó a Hueningkai dándole un aspecto aún más relajado.

short dickWhere stories live. Discover now