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Tal vez ir al bar no fué la mejor opción que tuvo pero definitivamente no se arrepentía, encontró a un chico el cual tenía cierto parecido con su roomie.

Hueningkai.

—Pobre chico— dijo en la mañana del día siguiente, recordaba con bochorno la bestialidad de sus estocadas y que después del tercer round éste se desmayó.

De lo que te pierdes, Ning.

Pensó antes de salir de aquel motel empezan dedo a caminar sintiendo el viento fresco de la mañana en su rostro y los primeros rayos de luz alzarse en el cielo.

Pensó antes de salir de aquel motel empezan dedo a caminar sintiendo el viento fresco de la mañana en su rostro y los primeros rayos de luz alzarse en el cielo

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—¡Ah~! — gimió Kai contra la almohada, envolviendo su mano en el consolador y volviendo a bombear rápidamente.

Tenía el cabello alborotado, su cuerpo estaba perlado de sudor dándole un aspecto brilloso, sus labios estaban hinchaditos por estarlos mordiendo constantemente.

Estaba caliente,  aunque no fuera novedad realmente, hoy lo estaba más de lo habitual al punto de querer autopenetrarse.

Antes bastaba con masturbarse pensando en Soobin o en algún otro chico caliente que veía en internet  pero ahora eso no le satisfacía, estaba en un problema.

Aunque cómo siempre no lo pensó demasiado siguio con lo suyo hasta terminar y fué al baño a darse una ducha rápida pero al verse al espejo una gran idea cruzó por su cabeza y sonrió.

Comenzó a tomarse algunas fotos.

El celular de Soobin vibró, instantáneamente se quitó  el antifaz de sus ojos que ayudaba a descansar sus ojos y desbloqueó el teléfono, sonriendo al ver en el fondo de pantalla a Hueningkai

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El celular de Soobin vibró, instantáneamente se quitó  el antifaz de sus ojos que ayudaba a descansar sus ojos y desbloqueó el teléfono, sonriendo al ver en el fondo de pantalla a Hueningkai.

Rara vez Soobin tomaba fotos, le gustaban pero él no era experto en tomarlas, prefería pedir a alguien que lo hiciera o aparecer con alguien más.

Pero esa vez Hueningkai tenía algo sorprendente, desprendía una esencia única, que no había sentido antes y que a la par del fresco viento, se hacía un ambiente inolvidable.

Tomó su celular con cautela, no queriendo romper el ambiente e hizo clic en la camara, tomando tantas fotos como sus dedos le permitieran.

Hueningkai no supo de esto ya que estaba perdido en  un viaje astral preguntándose si había guardado la ropa, algunas nubes grises se aproximaban y no quería volver a lavar.

short dickWhere stories live. Discover now