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Dejando de lado la serie de hechos que la llevaron a estar en el sitio donde se encontraba, aún había algo rondando su cabeza.
ー¿Por que nunca me hablas de tu familia?
La discreción no era su fuerte. No iba a comenzar a serlo.
ーNo puedes hablar de algo que no tienes. ー Contestó la rubia con una sonrisa que dejaba en duda si se trataba de una broma. Ella sólo estaba sentada en su cama mirándola sin miedo a mostrar su habitacion.
Su existencia era como una broma muy extraña. No tenía nada que ocultar en su habitacion, se mostraba tan segura que podría hurgar entre sus cosas y no se molestaría. Algo era seguro, aún si revisaba hasta el ultimo centímetro del apartamento no encontraría respuesta a ninguna de sus preguntas.
No había ningún póster o peluches enormes como las chicas suelen tener. Sólo había una cama hecha, un clóset y cajas cuyo contenido desconocía.
ー¿Te acabas de mudar?
ーMe estoy mudando.
ー¿A donde irás?
ーA ninguna parte. ー No era nada nuevo sentirse tan mareada con sus afirmaciones contrariadas. Todo en ella era como un juego que tal vez nunca podría ganar. Llevaba poco tiempo intentando descifrarla, pero en ese tiempo ya sentía que hubiera sido estafada por años.
Y ella sólo sonreía como siempre. Mirándola como quien conoce hasta tu más íntimo secreto. Soojin podría escribir más de un libro con información sobre ella. Shuhua apenas y podría pensar en el contenido del primer párrafo y aún así se llegaría a repetir información.
Podía imaginar esa simple página con el nombre de la chica, el color de sus ojos y nada sobre información personal. ¿Vivía sola? ¿Cuánto tiempo lleva viviendo ahí? ¿A cuál de sus padres se parce? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Qué es lo que quiere?
La realidad fue dura. Demasiado doloroso enterarse de que estaba con una completa desconocida.
Prestando mucha atención podía ver que el departamento no tenía muchos lujos, pero se podía vivir bien ahí dentro. Había visto otra habitación antes de entrar y la cocina parecía no haber sido usada hace bastante.
ー¿Por que querías venir?
ー¿Por que no querría venir?
Y ahí notó que la taiwanesa podía evadirla también. No había mucho que explicar sobre las condiciones en las que vivía. Un departamento simple en un vecindario con una mala reputación. Shuhua fue capaz de mirar algunos libros bajo la cama de su posible amiga. Incluso echó un vistazo a algunas de las cajas. No tenía un gran secreto. Sólo eran cajas llenas de baratijas ante sus ojos.
ー¿Donde estan tus padres?
ーEstan trabajando. ー Contestó enseguida.
Su cabeza estaba hecha un lío intentando descifrar a la chica. Siquiera sabía si debía tomar asiento y ponerse cómoda o seguir parada con su maletín en las manos estorbando la entrada. Soojin no le indicó qué hacer, sólo sonrió mientras terminaba de recostarse. Aún la miraba, nunca le quitó los ojos de encima.
ーHagamos un trato.
Soltó de repente.
ー¿Qué clase de trato?
Miles de ideas descabelladas sobre travesuras de esa chica extravagante la atormentaron.
ーDime por qué no quieres volver a casa.
Y su sentimiento de repudio hacia el mundo volvió.
ーNo hay un motivo en especial.
Era como un gran círculo sin fin. Demandaba confianza, pero Shuhua no le daba lo mismo. Ahí cayó en la ironía de su relación. Aún mirando a sus ojos podía notar que esperaba la pregunta que escapó sin razonarla.
ー¿Qué me ofreces a cambio?
Soojin sonrió ofreciéndole espacio en su cama. Prestando atención podía notar el sonido de las tablas crujiendo bajo ella mientras el colchón se hundia. ーUna pregunta por una pregunta. Ambas queremos saber y tenemos demasiado tiempo.
En un movimiento inesperado, la tailandesa la jaló hacia ella para recostarla. Shuhua por su parte jamás había tenido tan cerca a alguien sin sentirse usada o asqueada.
ー¿Por qué no quieres volver a casa?
Volvió a repetir mientras la veía de frente. Sin despegar la mirada tratando de descifrar si iba a mentirle o no.
Miles de ideas para engañarla fueron apareciendo en su cabeza. Podía hacerlo, era fácil mentir. Al igual que con Hoetaek al decirle que Soojin era su prima o a su abuelo cuando le preguntaba por sus clases extras con el ex profesor.
ーMi padre volvió a casa. ー Dijo la verdad. Incluso ella se encontró sorprendida con ese descubrimiento. ーNo quiero verlo.
Lejos de encontrar a esos grandes ojos juzgándola, encontró comprensión.
ー¿Dónde están tus padres?- Pregunto Shuhua al notar que Soojin respetaría y no intentaría sacarle más informacion.
ーMi madre está trabajando, tal vez bebiendo. La ultima vez que la vi fue hace una semana...
Shuhua entendió algunas cosas en ese momento. Aún había una serie de incognitas dentro de la historia de esa chica alegre. Es más, siquiera le parecía una chica alegre desde que la encontró ese mismo día. Ahora le parecía como una buena actriz, una maravillosa actriz con una máscara de alegría.
Vio sus ojos deambular lejos de su rango de visión. Pensó que tal vez se había arrepentido de contestar a la pregunta y se estaba inventando una mentira. Nada la preparó para sus siguientes palabras. Fue más la forma en que lo dijo. Su mirada había vuelto a encontrarse con la de ella, tomó un pequeño respiro y con un semblante alegre al fin se lo dijo.
ーMi padre está muerto.
Comprendio en ese instante lo que trató de hacer al no indagar mas sobre ella. Ahora ambas estaban igual. Se sentía como si no tuviera el derecho de preguntarle sobre los acontecimientos que le llevaron a perder a uno de sus seres queridos.
ーSomos un desastre, ¿No?
En su cabeza creó un monton de conclusiones. Se imaginó a Soojin llegando a diario a ese viejo y mediocre departamento. No había televisión o algún aparato electrónico que sirviera de comunicación con el exterior.
La sintió como una escena tan solitaria que pensó que sus problemas no eran nada comparados con vivir de esa forma todos los días. Llegar a un lugar vacío y ser consiente de que tal vez así será por muchos años más.
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