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—¿Estás seguro?.

—S-si—Dijo realmente nervioso... Y tembloroso.

Tae Hyung no podía explicar esa clase de adrenalina, el corazón se le saldría en cualquier momento, besarlo tiernamente era diferente teniendo otras intenciones.
Pero no podía volver, la habitación ya estaba pagada.
Parecía un niño pequeño como si recibiría una inyección, tenía miedo, estaba seguro que dolería... Es su maldita y primera vez.

Cuánto tiempo de relación y no lo habían hecho, tenían razón, que prisa llevaban, son jóvenes responsables.

Namjoon comenzó a tocarlo suavemente, su piel pálida y delicada, en cambio él es diferente, eran muy diferentes.
Beso suavemente su cuello, parecía un muñeco de porcelana tenía que tratarlo bien o se rompería en muchos aspectos.
¿Era tan necesario quitarse la ropa?.
Namjoon noto esos rasguños en sus brazos de Tae pero decidió no decirle nada y ponerlo incómodo, sería en otra ocasión... De todas formas no parecían recientes pero si le preocupaba.

Lo de hace unas horas, no podía sacarlo de su cabeza, no se explicaba el por qué había desaparecido cuando le dijeron Hoseok y Yoongi, aunque no sabía como pudo llegar aquí, quizás solo fue alguien que se parecía demaciado.
Tae parecía no responder a Namjoon, como si no estuviera ahí con él, el tiempo solo pasaba, de igual forma no podían evitar sonrojarse.

De pronto llegó ese recuerdo que siempre estuvo en su cabeza, desde ahora sabía que estaba mal hacerlo pero como evitarlo, esos toques suaves de alas negras, "todo estará bien cariño", ahora no le dolía por saber que fue mentira, cada noche abrazados con esa piel perfecta y suave, viéndose en veces de frente, se preguntaba, ¿Por qué esos ojos brillaban tanto?.
El tiempo transcurría un poco lento en su imaginación, ya desnudos la vista se volvió perfecta, pero no se veían de igual forma, a Tae le brillaban más los ojos por sus recuerdos y fantasías extrañas para cualquiera, ambos ya sudados sin darse cuenta, no se atrevían mirarse a la cara porque sus respiraciones chocarían.

¿Cómo lo describirían?, Si le preguntaban a Tae Hyung, algo bello que no solo implicaba tener sexo porque así no lo veía, si no movimientos lentos con caricias delicadas y rogar para que nunca acabara, una mezcla de explosivos en colores describiendo el sudor; "estoy bien", es todo lo que se replicaba al tener a alguien a quien sostenerse, específicamente al cuello, sintiendo ahora cada embestida como un regalo.
Por pensar en alguien que se fue hace un tiempo.

Namjoon, sentía una gran satisfacción en tenerlo pero no a quien él necesitaba, convencerse de que lo quería, cada movimiento se hizo más lento dándose un tiempo para respirar, ¿Estaba bien tomarlo del cuello?, Le hacía saber que es suyo y de nadie más, sometiéndolo solo en esa ocasión especial siendo la primera vez de Tae Hyung.

Cada quien con una descripción distinta, engañándose a su manera, tener relaciones solo reforzaría a no dejarse en ese mundo de mentiras aunque ninguno se daba cuenta, lo que sentían solo era cariño nadamás.
Por fin juntaron valor para mirarse de frente pero la satisfacción los segaba.

—Cariño—Esas palabras retumbaron en los oídos de Tae Hyung, haciendo imaginar que era aquel demonio de alas negras que nunca pudo olvidar hasta ahora, tenía su rostro bien definido en su cabeza que creyó haberlo visto enfrente de él.

Paro de pronto, no queriendose dar cuenta.
Respiraciones agitadas.

—¿E-estas bien?—Pregunto Namjoon respirando agitadamente por la boca sacando vapor.

—Si, s-solo que... Mira ya es tarde—Controlaba su respiración, no se habían dado cuenta de la hora—Ire a ducharme.

Camino al baño mirándose, ¿En qué estaba pensando?, el agua recorría su rostro.

𝐸𝑠 𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜 𝑇𝑒𝑛𝑒𝑟 𝐴𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑏𝑙𝑜 𝐸𝑛 𝐶𝑎𝑠𝑎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora