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Se nublo en el momento.
La abuela se levantó a cerrar las cortinas y prender las luces para mejor iluminación.

—Un demonio—Dijo sorprendida—yo nunca hablé con uno solo los miraba raramente, convivía con duendes, brujas y fantasmas raros—Quiso decir sin hacer que Tae Hyung se sintiera mal como sí fuera más raro que ella.

—JungKook... Era bueno conmigo, pero no me explico bien desde niño estuvo y fue mi mejor amigo se pegó a mí como un chicle luego tuve que entrar a otra escuela se tuvo que apartar de hay en fuera solo hablaba con él en mi habitación, como fui creciendo comprendí que no devia decir nada de él a mí familia porque tenía miedo a que me tomaran con enfermedad mental.

—No estás enfermo Tae Hyung...

—Me enamoré de él—Decía cada vez con un tono frío sin mirarla su vista fijamente en la mesa—Se lo dije y se fue volando por la ventana.

—Pero Tae... Debes aprender a controlarte, entender que ellos son de un mundo diferente... Hacen el mal por envidia a nosotros ellos no pueden dormir, saborear la comida, no tienen la mayoría de sus sentidos—La verdad es que ella no sabía nada, cuando JungKook ya tenía la mayoría de sentimientos gracias a Tae Hyung—Ellos no tienen segundas oportunidades, lo que tienes es un don para poder comprender lo que otros no y ayudar.

—Pero yo no lo quería—Tae se mostraba más desesperado y con las lágrimas en sus ojos.

—Yo tampoco lo escogí Tae Hyung pero debes aprender a vivir con esto.

—¡Entonces debo contarle a mi familia!, Qué me tomen de idiota—Se le estaba acumulando bilis—No quiero, ¡Es tú maldita culpa!—Salió corriendo de ahí a pesar de que estaba lloviendo y escucho el grito de su abuela a lo lejos.

Llego a su casa agitado cerrando la puerta.

—¿Cómo te fue con la abuela taehyungie?—Su madre asomándose de la cocina limpiando un vaso.

—Bien—Subía a su cuarto tallandose sus ojitos... Cerro la puerta.

—Oppa, ¿Quieres jugar conmigo?... Gyu no quiere—Eon del otro lado de la puerta.

—Ahora no Eon... En otra ocasión.

Se sentía desesperado no sabía que hacer, se tomaba sus cabellos ya un poco largos, se los quería arrancar, salían lágrimas a chorro.
No quería hechar le la culpa a su abuela, no debía pero tampoco él lo escogió.

—Hola Tae Hyung—JungKook sentado en su escritorio mirándolo y aún que no lo demostraba estaba desecho por lo que aria para despedirse.

—Me-me asustaste—Era algo desgarrador ver a Tae Hyung con los ojos inchados, rojos, sus moquitos fuera con la nariz roja.

—Vine a despedirme.

—No, no JungKook, ¿Por qué?, Ya pasó una semana y apenas regresaste, ¿Por qué deberías irte?.

—Es que no lo entenderías... Debo irme por tú bien.

—No JungKook por favor—Tae se lo suplicaba.

—Tae debo irme me necesitan para otras cosas, con Yoongi y-y...

𝐸𝑠 𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜 𝑇𝑒𝑛𝑒𝑟 𝐴𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑏𝑙𝑜 𝐸𝑛 𝐶𝑎𝑠𝑎.Where stories live. Discover now