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Sasuke Uchiha, abre la jodida puerta.

¿Crees que no quiero abrirla? El Uchiha quiso gritar pero un leve viento apenas escapó de su boca. Creyó que tenía tiempo, creyó que aguantaría en ese cuerpo dos días más. Pero el tiempo se estaba escurriendo de sus manos apenas visibles.

Esto no era lo que había planeado. Había planeado una cena, una salida, una cita; había planeado irse cuando su amado rubio estuviera dormido plácidamente. Pero ahora no tenía ni siquiera la fuerza para abrir la puerta que lo separaba de la persona a quien quería envolver en sus brazos en una posible última vez.

Sasuke, me estás asustando.

No quería irse, no quería regresar a su mundo, quería quedarse ahí. No importaba nada, estaba dispuesto a dejar atrás toda su existencia con tal de quedarse con su rubio, solo quería quedarse con su Naruto. Sus apenas visibles manos se apoyaron en la mano mientras las cálidas lágrimas fluían por sus mejillas frías. Podía escuchar el forcejeo contra la puerta, que se negaba a ceder ante los golpes que le eran propinados.

—Hey, tienes que regresar con nosotros —una suave voz murmuró el su oído y Sasuke apenas pudo reconocer el rostro de su primo Obito para cuando perdió el conocimiento.

Teme's TextWhere stories live. Discover now