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—No. 

—Kakashi- 

—No es no. 

—Vamos, no será taaan malo. 

—No. 

—Por favor. 

—Definitivamente no. 

—Ni siquiera te he explicado bien qué haremos. 

—Y no tengo interés en saber qué es. Ahora, shu, shu, quiero dormir. 

—Es mediodía... 

—Tengo guardia nocturna. 

Obito miró como su amigo se enredaba en sus frazadas, dándole la espalda para quedar dormido como un tronco nuevamente. Kakashi obviamente no tenía ni el más mínimo interés en ayudarlo, estaba agotado por la falta de sueño y no estaba interesado en saber que desastre iba a cometer ahora el Uchiha. 

—Iré al reino de Bowu, me infiltraré para comprobar algo —confesó Obito, tomando asiento en el borde de la cama, usando su energía espiritual para no dejar que nadie más que Kakashi pudiera escucharlo. 

—Ujúm, suerte —Kakashi murmuró contra las sábanas, sin girar para mirarlo. 

—¿No temes que muera? 

—No te preocupes, iré a recuperar tu cadáver si es que mueres. 

En casos normales, no hubiera sido un problema para Obito el infiltrarse en algún lugar, después de todo, esa era su especialidad. Pero ahora con su energía reducido a la mitad y con heridas internas a medio sanar, se preguntó si realmente podría salir vivo en caso de que describieran su identidad. 

Ahora que Kakashi se había negado a ayudar, pensó en buscar a Rin para que ella intentará decir algo a su favor pero sabía que ella tampoco estaría de acuerdo con lo que iba a hacer. Aparte de sus dos amigos más cercanos, no sabía en quién más podía confiar. A menos que... si, eso era.

—Te conseguiré libros porno si es que me ayudas.

—No es porno —gruñó el Hatake, aunque si se incorporó. Acomodó su cuerpo sobre la cama, sentado con una pierna cruzada y la otra extendida, su mejilla perezosamente descansando en su palma.

—Novelas eroticas —Obito sabía que no valía la pena discutir por los extraños gustos de su amigo.

—¿Qué autor?

—El que quieras, mientras sea posible para mí.

—Ve al mundo humano y tráeme una docena.

—Hecho. Ayúdame en esto primero.

—¿Qué tengo que hacer?

—Fingir qué eres la enferma esposa de un talentoso artista.

—...

—Vamos, solo tienes que toser un poco por aquí, otro poco por allá, actuar que tienes mareos.

—¿Por qué mejor no soy yo el artista?

—Porque dibujas feo. Ahora, ponte una peluca o algo, y ponte una máscara.

—...

Teme's TextDonde viven las historias. Descúbrelo ahora