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Cuando Naruto finalmente había podido derribar la puerta de una patada, lo único que encontró fue una habitación oscura y sin un rastro de vida. La ventana estaba abierta y el gélido viento del exterior ahora chocaba con su exaltado rostro.

—Puta mierda Sasuke, no me jodas con que saltaste de un puto noveno piso —mil y un groserías salieron de sus temblorosos labios. Los dos últimos mensajes que había leído empezaban a martillar su cabeza "te amo" y "lo siento".

Con las manos apoyadas en el marco de la ventana, se asomó por esta con el corazón en su garganta ante la idea de ver el cuerpo destrozado del Uchiha en el fondo pero sus azules ojos sólo se encontraron con un vacío piso de concreto.

No pudo ni exhalar tranquilo cuando sus ojos captaron una tenue luz proveniente de su espalda. Antes de recoger el causante de esa luz, ya había reconocido el objeto como el celular de su novio, el colgante con forma de tomate lo delataba. Al desbloquear el dispositivo con su huello dactilar, pudo ver los últimos mensajes que habían intercambiado. También pudo ver uno que había sido escrito por Sasuke pero el cual no había sido enviado.

Regresaré pronto, lo prometo.

Teme's TextWhere stories live. Discover now