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Jun Senju no tenía una mala posición a pesar de ser hijo de una sirvienta. Había logrado alcanzar un puesto alto con el apoyo de su hermano mayor, Hashirama Senju, y parecía ser una persona siempre amable y dispuesta a darlo todo por su nación, Qianshou. Su nivel de cultivación era débil en comparación a sus hermanos, por eso nadie notó el hecho de que había perdido todo su esfuerzo durante las últimas décadas. Mejor dicho, Jun creyó que nadie lo había notado ni lo notaría mientras dijera que se había enfermado y su cuerpo se había debilitado. Maldecía en bajo cada vez que recordaba su fallido plan de asesinato, pero entendía que no valía la pena quejarse, ahora tenía que esconder todo rastro y negar cualquier acusación al respecto. Pensaba en todo esto cuando Tobirama Senju entró a su estudio sin respeto alguno, solo entrando luego de abrir la puerta de una patada, los guardias ni siquiera intentaron detenerlo al ver quien era. 

—Jun Senju —llamó sin la cortesía de saludarlo como "hermano mayor". Tobirama era imponente por naturaleza, tres rayas carmesí resaltaban en su hermoso rostro pálido, un ceño fruncido acompañaba sus rojizos ojos posados ahora en el tembloroso cuerpo de quien había nombrado al inicio. No le importó el hecho de que la presión del aura de su cuerpo hiciera temblar a su medio hermano, solo me mantuvo de pie, cruzando sus brazos para luego espetar—, no actúes inocente, confiésalo ahora y no será tan grave. 

—Hermano —corrigió su tono al aclarar su garganta, usando todas sus fuerzas para poder soportar la presión que el peli-plateado ponía sobre su cuerpo. Esbozó una sonrisa débil mientras decía con relativa calma—, no he salido por los últimos años por mi salud débil, ¿he hecho algo para ofenderte? 

—De hoy en adelante, no me llames "hermano", no tienes el derecho de ser parte de la familia Senju. 

—Herma- Segundo Príncipe Senju —cambió sus palabras a regañadientes. Estuvo un momento en silencio, muchos pensamientos recorrieron su mente causando aún más dolor en su cuerpo. En cierto punto, decidió hablar porque si seguía así, su cuerpo acabaría siendo como el de una hormiga aplastada por un zapato con la presión que ejercía Tobirama—. Realmente no he hecho nada que no haya sido benefíciente para la familia Senju, siempre he dedicado mi cuerpo y mente a tu familia en todo lo que podía ayudar. ¿Qué he hecho para ofenderte a este punto? 

Jun hizo el gesto más triste que pudo, sus negros ojos se entrecerraron con un brillo triste, como si estuviera sufriendo una gran injusticia. Su cuerpo adelgazado le daba un toque más lamentable a su persona, pero el corazón de Tobirama se mantuvo inmóvil, solo la ira fluía en sus venas tal como un torrencial río desbordando y arrasando con todo rastro de piedad a su paso. 

—Ofender al reino de Xuanwo, a la familia imperial Uzumaki, a la familia Namikaze, a la familia Hatake e incluso a uno de los legendarios Sannin, ¿a esto le llamas contribución? Nuestra nación le debe muchos favores a ellos y tú, funesto, vas e intentas matar a su único heredero —gradualmente su tono de voz subió hasta que no pudo reprimirlo más e hizo un movimiento demasiado rápido como para que el débil cuerpo de su medio hermano pudiera esquivar la onda de energía que impactó en él, tumbándolo de la silla hacia el suelo y sin poder evitarlo, escupió varias bocanadas de sangre por sus heridas internas. Un hilo de sangre escurrió de su nariz y orejas, asustándolo con la idea de que moriría ahí mismo. 

—Como un agradecimiento por tus años de servicio, dejaré que mantengas esta miserable vida tuya. Una semana, te daré siete días para que resuelvas este asunto lo mejor que puedas. Luego de eso, dependerá de qué decidan hacer contigo. 

Sin decir nada más, ni siquiera le dio una última mirada antes de girarse y dirigirse con pasos calmados para salir del lugar. Tobirama detuvo sus pasos al oír ruido a sus espaldas, algún objeto penetró el aire con la intención de perforar su pecho. Sin dificultad, con naturalidad, giró su cuerpo evitando el arma escondida para mirar al desastre de sudor y sangre que era Jun ahora, su mirada no se suavizó al ver a su medio hermano moribundo. 

—Si vas a decir quejarte diciendo que te hemos maltratado por ser el hijo de una sirvienta, mejor guarda tu asqueroso aliento. Tuviste suerte, Jun Senju, pero tu mezquindad te trajo a donde estás ahora mismo. 

En parte, lo que decía Tobirama tenía sentido. Cuando su madre se enteró del amorío de su esposo con una sirvienta, incluso le otorgó el título de concubina al estar embarazada de Jun. Pero fue la ambición de esa sirvienta, quien intentó matar a la madre de Tobirama para ser la esposa principal, que la llevó a su tortuosa muerte. Recordando aquel suceso contado por su madre, Tobirama no pudo reprimir un gesto de disgusto en lo que se giraba y salía del lugar, no sin antes decirle a los guardias que se encargaran de no dejar morir tan fácilmente a Jun. 

Kakashi escuchó con indiferencia la escena, tranquilamente sentado sobre el techo justo encima de la habitación donde habían estado discutiendo los hermanos. Si los guardias se enteraran de que se había infiltrado sin alzar ninguna sospecha, hubieran explotado de la ira. No necesitaba remover las tejas del techo, usando su energía espiritual no le era difícil oír cosas incluso a metros de distancia siempre y cuando se concentrará. Consideró sus opciones por unos momentos antes de transformarse en su forma espiritual¹. Estiró sus cuatro patas con pereza antes de emprender su viaje a una velocidad rápida, visualmente como un destello gris que se movía con una agilidad impresionante pero sin hacer un solo sonido. 

Mientras regresaba a su hogar, pensaba en cómo decirle todo a su reina sin que estallará en ira e inmediatamente fuera a aniquilar al desgraciado. Por su parte, también quería despellejarlo vivo, pero el asunto también envolvía relaciones políticas, por lo que era un tema que debía ser tratado con cuidado para no ofender a nadie. No que le importara ofender a alguien, pero también quería saber que haría su maestro y la esposa de este. Suspiró en bajo, pensando en cuanto se le antojaba comer un plato de caballa asada con sopa de miso² y berenjena. 

〖 〄 〗

1. Forma espiritual: básicamente, toda deidad tiene una forma espiritual, que es algo así como su espíritu animal. Por ejemplo, Naruto es un zorro de nueve colas. Kakashi es un lobo. 

2. Miso: una sopa japonesa preparada a base de un caldo ligero de pescado y pasta de miso. 

Teme's TextWhere stories live. Discover now