GOD OF LUST; kth

011

La razón por la que no me preocupo porque Seokjin hable con Katrina es muy simple; es el Dios vampírico de la belleza, sé que no la ofendería nunca porque para él no existe el término feo.

Para un Dios de la belleza, absolutamente todo el mundo es hermoso en su propia manera y dan también una escencia única, así que, cuando Seokjin me aseguró que nuestros padres no estaban en casa y solo cenariamos los hermanos— y las esposas, pero bueno, no todo puede ser perfecto— acepté bajar.

Igual, si alguno dice algo, lo hago comer tierra.

—No te preocupes, yo me entero cuando eso pasa— siguen hablando de la materia y de lo estúpidos que son sus estudiantes al creer que Seokjin es idiota— aunque no es muy seguido porque no suelo sacar material de talleres en internet, lo hago cuando quiero enterarme de quiénes si prestan atención.

Observaba fijamente a cada uno en la mesa y en mis ojos se reflejaba la clara advertencia, conozco a mi familia y sé lo imbéciles que pueden ser.

—Tomas clases con Yoongi— señaló al mencionado— que te lo diga él, todo es presencial precisamente por lo mismo.

Este tampoco me preocupaba porque con esfuerzo hablaba.

—El lunes tienes clase—suspiró— imagino que ya lees partituras como una experta.

La sonrisa de Katrina se fue perdiendo.

—No le hagas caso— comentó su esposa, dándole un leve golpe en el hombro— sé que no parece, pero fue una broma.

—Los chistes de Yoongi se hacen más graciosos con el paso del tiempo— eso lo dijo la esposa de Hoseok en su tono más irónico, haciéndome reír— te aseguro que entre más convives con él, encuentras lo divertido en sus bromas.

Katrina se cubrió la boca apenas se le escapó una risa burlona.

—Lo siento— regresa su atención a Seokjin— y creo que si me agradaría saber mis notas en los últimos proyectos.

—Mm. Reprobaste uno, pero, es de un tema que aún no hemos profundizado, por lo que aún existe la posibilidad de subir puntos, así que no todo está perdido.

—¿Tienes que hablar de trabajo mientras cenamos?— blanqueé los ojos, su mujer no podía quedarse en silencio.

Seokjin suspiró.

—Siempre se habla de trabajo en la cena y tengo a una estudiante presente en ella, así que no veo porque no discutirlo—cruza ambas manos sobre la mesa— a no ser que tengas algún tema interesantísimo que debamos discutir aquí para pasar el rato.

Como si nuestros movimientos estuviesen sincronizados, Katrina y yo bebimos un gran trago de jugo sintiendo la tensión formarse, que incómodo.

—¿Qué carrera estás haciendo, Katrina?—Gyuna, la mujer de Yoongi, vuelve a tomar la palabra para que no se ponga peor la cosa, ella me agrada porque no es una arpía como las demás— Sabes que desde que te vi, quise preguntar por tú cabello.

—Obviamente es tinte, nadie tiene el cabello en ese tono de manera natural— y a esta quién le habrá preguntado— ¿Verdad, Namjoon?

—Bueno, existe la llamada genética— le responde, observa a Katrina y con tranquilidad pregunta— ¿Alguno de tus padres es extranjero?

Asiente, aclarandose la garganta.

—Mi madre es estadounidense y su padre es escocés.

—Ahí lo tienes, genética. No es bueno hablar sin saber.

Antes de que pegue el grito en el cielo, respondo yo.

—Pero si es tinte, Katrina tiene el cabello castaño claro— me agradece con la mirada— y estudia administración de empresas.

—Oh, pues le luce muy bien ese color— Gyuna sonríe, no tiene idea de cuánto la estoy adorando en este momento— a mí me encantaría poder llegar a un tono más claro, pero, es difícil, mi cabello es negro y muy grueso.

—No la escuches, siempre le digo que arruinará su tono natural—Lena arruga la nariz, así se llama la mujer de Hoseok— es así de oscuro desde que nació y quiere arruinarlo.

—Mm, no me gustan los tonos claros— vuelve a opinar la que nadie le preguntó—al ser de piel tan pálida, no se ve bien.

Seokjin dice algo que me deja pasmado.

—A mí me parece bello— adula a Katrina y ese hombre casi nunca hace tal cosa— le da un aspecto feroz y enmarca sus ojos— la mira— tienes unos ojos muy preciosos, deben decírtelo mucho.

Se me va a desmayar la niña.