16

4.4K 365 67
                                    

Ahora.

Suspira como si estuviera aliviado y me abraza con tanta fuerza, que por un momento creo que va a largarse a llorar. 

—No hagas esto, Vinka —me dice, más como una súplica que como una orden— ¿No entiendes que es peligroso?

—No, no lo entiendo— susurro, recordando a Connor al darme la misma respuesta hace algunos días. ¿Se sentiría de este modo cuando me lo dijo? ¿Como si su sentido común fuese lo último en lo que podría haber confiado en ese momento?

—Ven aquí —me dice Niall, antes de cerrar la puerta para llevarme de la mano hasta su habitación. No necesita encender la luz; las cortinas son tan delgadas, que el foco de la calle alumbra lo suficiente para distinguir las cosas. 

Me siento sobre la cama deshecha, mirando todo a mi alrededor. Tengo tanto frío, sueño, y las sábanas desparramadas lucen tan acogedoras, que me metería entre ellas sin problemas, pero me quedo quieta al notar que Niall me está mirando como si aún tratase de convencerse de que realmente estoy aquí. 

No dudo en tomar su mano cuando se sienta a mi lado, aferrándome a ella. Él me mira al instante.

—Qué voy a hacer contigo —murmura con una pizca de humor. No espera a que responda, probablemente porque sabe que no pienso hacerlo. En lugar de eso, me besa. Me besa y me olvido del mundo, como cuando tenía 16. Por alguna razón comienzo a sentirme desesperada por cada segundo que pasa, hasta que él se aparta—. Estás helada.

—Hace frío ahí afuera. 

Lo observo levantarse de la cama, tirando de mí para que salga también. No sé qué está haciendo, pero espero en silencio, concentrada en su semblante serio, mientras estira todas las capas de la cama hacia atrás y las ordena un poco. No tengo ni la menor idea de cómo conseguiré irme de aquí por la mañana sin morir en el intento, honestamente, ni siquiera sé si sea capaz de alejarme de él ahora que he vuelto a verlo. Siento que ha pasado una eternidad cuando vuelve a coger mi mano para hacerme volver a la cama. Me arropa con las cobijas, las empuja hacia mí con las manos para envolverme y se acuesta a mi lado, sobre ellas. 

Nos miramos en silencio por un buen rato. 

—No vuelvas a hacer esto, ¿vale? —me pregunta. 

—No te busques una mentira, Horan —murmuro tan despacio, que mi voz apenas sale. Niall entorna los ojos como si estuviera pensando en una buena respuesta, pero una sonrisa comienza a elevarle las comisuras de los labios sin que pueda detenerse. 

—No me provoques, Vinka —me amenaza riéndose.   

—No te estoy provocando, Niall —respondo risueña, tratando de sonar tan inocente como me sea posible— Sólo digo que no esperes quedar satisfecho con mi respuesta si me preguntas eso. —Me encojo de hombros, preparada para alguna de sus respuestas ingeniosas, pero él me besa otra vez. Aún más ingenioso de lo que estaba esperando. Me esfuerzo por dejar salir las palabras cuando vuelve a mirarme: "Te amo". Pero no puedo, no salen. 

—Hablando en serio —dice él—; no vengas de nuevo. No así. 

—¿Hay otra forma de venir? —pregunto, enarcando una ceja. 

—No. Simplemente no vengas. 

—¿Cómo esperas que te vea, entonces?

—No espero que me veas, Vins. Es peligroso, si alguien te descubre viniendo aquí, todo podría irse a la mierda. 

—Niall, ya todo se ha ido a la mierda —discuto—. No es como si de un momento a otro las cosas fueran a solucionarse a partir de nada y tú fueras a ser indultado o algo. 

Tienes una cita (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora