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Antes.

Hoy, Tom ha venido a clases con mis calcetines a rayas de todos los colores del arco iris. Ya todos se han acostumbrado a verlo cada día con un par más colorido que el anterior, pero sigo sintiéndome ganadora cada mañana, al pararme frente a mi ropa interior y tomarme el tiempo de elegir un diseño adecuado para Tom.

—¿Sobre qué vas a escribir tu ensayo de literatura? —Sam me pregunta de pronto, sin dejar de mirar ni revolver su ensalada de un lado hacia el otro, buscando pequeños dientes de maíz entre las hojas de lechuga.

—Ni siquiera lo he pensado, ¿y tú?

—Estaba pensando en escribir sobre cómo la industria de la moda está destruyendo nuestro planeta.

—Suena bien, es muy Sam.

—¿Tú crees?

Mi teléfono vibra sobre la mesa. Me siento decepcionada al ver que es solo la notificación de un «me gusta» en mi última foto de perfil.

Niall no me ha escrito en todo el día, lo que me parece un poco extraño. Le escribí esta mañana, se ha hecho costumbre entre nosotros enviarnos un mensaje cada mañana para desearnos un buen día. Pero hoy no ha respondido y ya son casi las 2 de la tarde.

—Si Niall no me ha escrito en todo el día, ¿debería llamarlo? ¿O sería muy paranoico hacer eso?

—¿Se ha conectado?

Reviso su última conexión: 13:15 hrs.

Le muestro a Sam la pantalla de mi celular.

—No fue hace mucho, debe estar bien.

—Sí, pero no me ha respondido, le escribí esta mañana.

Lo piensa por un instante.

—Tal vez no tuvo tiempo de responderte por la universidad. O tal vez creyó haberte respondido pero no lo hizo, a mí me pasa todo el tiempo.

—Lo sé... Es que habíamos quedado para vernos hoy por la tarde.

—Entonces por la tarde llámalo y pregúntale, no pasa nada.

El pitido de llamada me grita en el oído mientras trato de mantenerlo entre mi oreja y mi hombro sin que se caiga, y sacar mi bici del portabicicletas al mismo tiempo.

—Hey, Vins.

—¡Niall! Hola. Has desaparecido hoy, ¿sucedieron muchas cosas en la universidad?

—Este... No. —Puedo imaginarlo tocándose el pelo y pensando—. Ya estoy en mi apartamento, ¿vienes?

—¡Claro! Ya estoy saliendo del colegio, llego en unos 20 minutos.

—Vale, genial. ¿Quieres chocolate caliente? Podemos preparar aquí.

—Delicioso.

—Vale. Te quiero.

—Te quiero.

Me monto en la bicicleta con una sensación que no me gusta. Me parece que Niall no sonaba del todo Niall en el teléfono. Y sigue siendo extraño que no me haya escrito durante todo el día, aún estando conectado.

¿Me estoy convirtiendo en una novia insegura? Tal vez.

¿Estoy pedaleando a todo dar para llegar más rápido y saber qué está pasando? Por cierto que sí.

Helen abre la puerta del departamento de Niall, me recibe con una sonrisa nerviosa.

—Hey, hola, Vinka.

Tienes una cita (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora