𝐋𝐨𝐮𝐝 °┇YiZhan ²

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-Estuve con Jiyang - dijo Bowen con simpleza.

-Ya era hora de que tuvieras relaciones, Bowen.

El castaño frunció el ceño, mirando a Yibo de mala manera.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Que eres tan virgen que te decían María.

Bowen golpeó el brazo de su amigo, aunque sólo logró que Yibo riera.

-¿Y tú que sabes si no tuve relaciones con alguien más antes?

-Te conozco desde que tienes catorce, Bowen, y a menos que hayas tenido una antes de que seamos amigos... Lo hubiera sabido.

Bowen no tuvo más que decir, así que volvió su vista al yogurt de pote en sus manos, aún por la mitad, revolviendo el contenido con la cuchara.

Estaban en su descanso antes de ir a clases de escenografía, en caso de Bowen, y de su taller de composición, en caso de Yibo, y sólo quedaba que el castaño terminará su aperitivo.

-¿Qué tal lo pasaron? - preguntó Yibo.

Bowen sonrió un poco, aunque intentaba disimular su alegría.

-Aún me duelen las piernas - dijo, haciendo reír a su amigo -. Pero estuvo... Bien, sí, muy bien - rio con algo de nervios -. Y.. ¿Tú con Zhan?

Yibo se encogió de hombros.

-No realmente - dijo, por lo bajo -. No tuvimos ese tipo de relaciones... Zhan no se siente listo, respeto eso, así que no lo hicimos.

Bowen asintió.

-Aunque él necesita más un apoyo moral - continuó Yibo -, amoroso, ya sabes, más de cariño... Que alguien para follar. Quiero ser el tipo de persona que él necesita.

Bowen no respondió, ante el silencio, Yibo se giro hacia él, para ver su expresión, el chico sonreía tan ampliamente que parecía que en cualquier momento estallaria en risas.

-¡Qué frase, Wang Yibo! - Bowen comenzó a reír y aplaudir, haciendo que Yibo se ruborizara por hacer semejante escena -. Te quejas de que me afecto el teatro, pero tú con tus composiciones ya te pegaron las palabras bonitas.

Yibo lo golpeó un par de veces para que dejara de hablar, hasta que el castaño tomó sus muñecas para que se detuviera.

-Ya, ya, pareces un león bebé enojado que araña - dijo Bowen, aún con una sonrisa.

-Te voy a arañar la cara.

-León malo - se burló, soltandolo.

Yibo acomodó su ropa con el ceño fruncido.

-Bien, Yibo, lo siento - dijo el castaño, notando lo malhumorado que se había puesto el chico -. Esta bien, hablando en serio... Cada uno tiene su tiempo, y creo que lo que dices es muy lindo.

Yibo volvió a ruborizarse, y Bowen intentó pellizcar sus mejillas, sólo para lograr que el rubio lo apartará bruscamente y lo mandara a la mierda.