𝐋𝐨𝐮𝐝 °┇YiZhan ²

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-Doc-tor ton-to.

Yibo rio.

-Eres tan adorable cuando insultas con el único insulto que te sabes.

Zhan lo miró con ceño fruncido.

-I-dota.

-I-dio-ta - corrigió el peliazul.

Zhan soltó un suspiro frustrado, frunció el ceño, apartando la vista de su novio.

Su cabeza comenzaba a dolerle un poco, cosa que lo ponía de mal humor.

Y Yibo lo estaba irritando.

Se suponía que estaba enojado, que tenía que notarse toda su furia, y no que le recordarán de nuevo que era adorable.

Pasaron segundos en silencio hasta que Yibo se asomó un poco por su campo de visión.

-¿Estas bien, bebé?

Zhan estuvo por decirle, pero se lo guardó, sabía que su novio sólo se lo diría a su madre y ella lo llevaría directo a Chongqing para más hospitales y estudios y medicamentos.

No quería que eso volviera a pasar.

Por una vez quería esconder su dolor.

-Cansado - murmuró como excusa.

Yibo lo dejó, no quería molestar al castaño, y esperaron en silencio hasta que la señora Xiao salió del lugar, subiéndose al auto.

En ese relativamente corto viaje de veinte minutos, Zhan había caído dormido sobre el hombro de Yibo y el peliazul sólo pudo pensar en que su bebé en serio estaba cansado.

Se despertó poco antes de llegar a su casa y miró confundido alrededor.

Sintió los suaves labios de Yibo en su frente.

-Te pido que tomes tus medicamentos y vayas a dormir unas horas - le dijo, Zhan asintió, frotando sus ojitos.

Le hizo caso al mayor y ni siquiera tuvo fuerzas para comer algo de almorzar, fue directamente a su cuarto luego de pasar la pastilla.

Zhan sentía sus párpados muy pesados luego de aquella siesta exprés en el auto.

Por su lado, Yibo terminó el almuerzo y fue hacia el dormitorio, notando a Zhan de espaldas a la puerta, todo estaba apagado y apenas entraba algo de luz desde la ventana, la cerró sin hacer mucho ruido, quitándose las zapatillas y un par de prendas para estar cómodo, quedando en remera y calzoncillos.

Se metió en la cama sin más, acomodándose un poco antes de voltear a ver el tranquilo rostro de Zhan, con su sonrisa ya preparada.

Parpadeó varias veces y su sonrisa flaqueo al ver la oscura mancha que crecía de a poco sobre su almohada, siguiendo su rastro hasta dar con la nariz de su novio.

-¿Zhan? - lo llamó, el chico parecía totalmente dormido.

Se acomodó en la cama, acercó sus dedos hacia debajo de la nariz del castaño, sintiendo la sangre pegarse a sus dedos.

Su corazón se aceleró demasiado.

-Zhan, Zhan... - lo llamó, el chico no parecía reaccionar a su voz, por más que su tono había sido bastante alto, sus manos fueron hacia las mejillas del castaño, soltó un respingo al sentirlas frías -. Zhan, Zhan amor - lo llamó de nuevo, cada vez más alto, moviendo su rostro.

La tranquila expresión de Zhan no cambió ni un milímetro, demostrando que en verdad, no había sentido nada.

Su corazón desboco, sintió su alma caer.

Comenzó a lanzar insultos, salió de la cama con la manos temblorosas, tomó torpemente sus pantalones y comenzó a colocarselos mientras salía de golpe hacia el pasillo, totalmente desesperado.