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-¿Qué escribes, Zhan? - preguntó Jiyang, inclinándose un poco hacia el cuaderno, entre las manos del castaño.

Automáticamente apartó el objeto.

-Bien, bien, no lo leeré - Jiyang se tiró hacia atrás.

Era la tarde, el cuarto blanco se había llenado de regalos de múltiples colores, entre globos, peluches y flores.

En ese momento estaban ellos dos, ya que Yibo y Bowen habían salido a comprar algo de comer para la tarde, galletas y café, ya que lo que les servían en el hospital era sólo para Zhan y a demás insípido.

Todos concordaban que debían recibir algo mejor.

-Ji-yang - llamó, cuando cerró su cuaderno, sentándose en la camilla para mirar mejor a su amigo -. ¿Cómo es-tán tus pi-ernas? - preguntó, señalando su silla.

Jiyang sonrió.

-En la última sesión de la terapia di mis primeros pasos - dijo sonriendo con evidente alegría -. Iba con andador y tenia a la terapista sosteniéndome, pero...Fueron mis pasos.

Zhan sonrió, aplaudió suave.

-Creen que para dentro de unos mese pueda caminar por completo - dijo -. No bien, tampoco podré caminar mucha distancia, pero...Sin andador, sin caerme ni nada de eso.

>>Es poco. Pero, yo creo que poder caminar desde mí cama hasta el baño por mí mismo está más que perfecto.

>>Por supuesto que va a ir en aumento. Algún día podré subir escaleras, podré caminar desde mí casa hasta la de Bowen, o hasta la escuela...Pero voy a continuar mejorando...Hasta, no lo sé - se encogió de hombros -. Seguiré hasta poder correr maratones, quizás hasta ganar un maratón.

Jiyang tenia los ojos brillantes de alegría, repletos de sueños y metas, su sonrisa era amplia, totalmente cargada de seguridad.

-Se vale soñar - murmuró.

Zhan negó.

-Lo harás - dijo, totalmente convencido.

Jiyang sintió toda la honestidad y la seguridad que Zhan le estaba dando sólo con esa mirada de apoyo y su linda sonrisa.

-Tú también lo harás, Zhan - dijo Jiyang, aunque se refería a un tema totalmente distinto a las maratones, uno más real y cercano a todos esos sueños y deseos que ya vivía en su imaginación.

La sonrisa de Zhan tembló un poco, pero asintió ligeramente.

La puerta de la habitación se abrió del golpe.

-¿Es que te trajeron más flores en lo que no estábamos? - pregunto Bowen, su voz estaba demasiada levada para el silencio de aquella habitación, Zhan frunció el ceño al sentirla molesta -. ¿La gente no entiende que es horrible dejarle flores a alguien en un hospital? Tiene pinta de funeral o cementerio.

-Bowen, ¿Puedes callarte? - la pregunta de Yibo sonó más como una órden.

Bowen apretó sus labios, formando una sonrisa recta, acercó una silla cerca de su novio y le pasó el vaso de café que le había traído.

Por su lado, Yibo se sentó en el borde de la camilla, dejando que Zhan se apoyara junto a él y compartieron el vaso de capuchino.

Él no era fan de la mezcla del chocolate con el café, prefería el café sólo, sabia que a Zhan era casi la única bebida que le gustaba y por eso la había comprado.

Había tenido que declararlo propio para poder pasar, ya que no permitían ingresar comida para los pacientes.

Pero a Zhan lo pondrían en ayunas pronto para la cirugía, merecía un lindo capuchino antes de no comer nada por doce horas.

-Los quiero mu-cho - murmuró Zhan en el silencio de la habitación, ganándose miradas de todos.

-También te queremos, Zhan - dijo Bowen.

-Te queremos - afirmo Jiyang.

-Te quiero demasiado - dijo Yibo, tomando su mano y entrelazando sus dedos.

Zhan sonrió, ocultando sus lagrimas. 

𝐋𝐨𝐮𝐝 °┇YiZhan ²Where stories live. Discover now