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-Esa mujer está loca - dijo Liyin, la pelinegra estaba furiosa.

Ahora estaban en la casa de los Xiao, sentados en el sofá, con Yibo y Zhan acomodados con el menor sobre el regazo del peliazul.

La chica caminaba con nerviosismo y sus mejillas estaban rojas de furia.

-Creo que va a explotar - dijo Yubin.

-Cuando encerró a Yibo me pidió que la perdonara y no haga ninguna denuncia - murmuró Liyin -. Y lo hice sólo porque es mí madre, pero sigue igual de desquiciada - la chica se frotó el rostro con fastidio.

La puerta de la casa se abrió y una furiosa señora Xiao arrojó su bolso al perchero, la mirada de los cuatro presentes se enfocaron en ella, la mujer se acercó a su hijo y tomó sus mejillas para dejar un beso en su frente de forma maternal, hizo lo mismo con Yibo, y pareció muchísimo más calmada luego de ese gesto.

-Ya está la orden de alejamiento en pié, amores - dijo, acariciando sus cabellos -. No podrá acercarse a quinientos metros de ustedes.

>>Vivan en paz, queridos.

Zhan asintió, estiró sus brazos hacia su madre y la abrazó, dándole las gracias al oído.

-Yibo - llamó la chica -. Si se llega a acercar, me llamas, llevó mí porra y Yubin el taser.

-¡Liyin! - Yubin estaba sorprendido, e indignado de que lo involucrara en eso -. Es tu madre.

-Y también es una psicópata, Yubin - la pelinegra abrió sus brazos, como si fuera obvio.

-Querida - la señora Xiao tomó a la joven por los hombros, le dedicó una sonrisa tranquila -. No te estreses, afectas al niño, ven sientate... - la llevó hasta un espacio en el sofá -. Te haré un té, ¿Quieres?

-Café por favor.

-No puedes tomar café estando embarazada, tonta - dijo Yubin.

Liyin suspiró.

-No me deja comer nada - se quejó, mirando su vientre -. Y tampoco puedo golpear a nadie.

Sintió una mano en su hombro, se volteó para ver a Zhan.

-Está bien - dijo, frotando un poco su hombro, intentando calmarla sonrió mínimamente.

La pelinegra lo miró un segundo y sonrió cuando el castaño lo hizo.

Zhan estaba bien, como si nada hubiera pasado

Liyin suspiró, sintió a Yubin acercarse, su novio se sentó sobre sus piernas haciendo que la chica tuviera una mueca en su rostro de molestia por tener tanto peso encima, pero terminó cediendo cuando el muchacho comenzó a dejar mimos en su cabello y sonreía de forma espléndida, haciéndola sentir mejor.

𝐋𝐨𝐮𝐝 °┇YiZhan ²Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu