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Al cuarto día sin medicamentos, ya con fiebre y dolor de cabeza, a Zhan lo internaron en el hospital.

A su llegada lo primero que hizo fue otra de las tomografías.

-Una enfermera te espera afuera con la ropa del hospital, Zhan - le anunció el doctor, su voz surgía de un pequeño parlante en un rincón de la sala -. Yibo estará allí también, tranquilo.

Suspiro, dejando salir el aire que sin darse cuenta estaba reteniendo.

La sala de tomografías daba a una pequeña habitación antes de salir al pasillo, y tal como le había dicho, una mujer de uniforme y su sonriente novio lo esperaban,

Él seguía con la bata que le daban para la tomografía y la enfermera le alcanzó una bolsa de plástico con la ropa de paciente, se marchó sin más.

Zhan vió con cierta inquietud la ropa en la bolsa.

-¿Te ayudo? - ofreció Yibo, acercándose a él, apoyando sus manos sobre las de Zhan, quien aún sostenía la bolsa.

El castaño negó. 

-Sé como ves-tirme - dijo.

-Ya lo sé - dijo, su tono era algo pícaro, pero su sonrisa era más melancólica.

Zhan rió bajo, sintió los labios de Yibo sobre su mejilla.

-Te noto preocupado, bebé - dijo el peliazul -. Tranquilo, estoy a tu lado.

El castaño asintió ligeramente.

-Da-te la vu-elta - pidió.

-Zhan, ya te he visto desnudo - dijo Yibo, con una ligera risa, pero Zhan lo miró con el ceño fruncido, obedeció.

Escuchó el sonido de la ropa moverse mientras se cambiaba y finalmente, Zhan tocó su hombro para que se girara.

Yibo vió el conjunto blanco del chico y no puedo evitar sentirse un poco mal. 

Extendió su mano hacia él, Zhan la tomó en seguida y ambos salieron al pasillo, donde la señora Xiao abrazó a su hijo y besó su frente, felicitándolo por ser tan valiente.

-El doctor dijo que ya programó la cirugía - dijo, su tono era suave -. El tumor ya es operable, en dos días no tendrás que preocuparte por nada.

Zhan sonrió por obligación, no quería saber nada de aquello.

La idea de una cirugía lo inquietaba, tenia un amargo mal presentimiento.

Una enfermera se acerco a ellos, cargando unos papeles y guiándolos con una sonrisa amable hacia la habitación donde se quedaría.

Zhan no quería ser encerrado entre esas cuatro paredes blancas, sentía que en algún momento se volvería loco de tanto blanco.

Se molestó cuando no lo dejaron salir, pero se calmó un poco cuando Yibo dijo que se quedaría todo el tiempo con él, y se acomodaron ambos en la camilla.

Se relajó con el olor y las caricias de Yibo, con la mejilla apoyada sobre el pecho del peliazul podía escuchar sus tranquilos latidos.

Se durmió sin darse cuenta.

𝐋𝐨𝐮𝐝 °┇YiZhan ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora