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Por la noche, la pareja de jóvenes se encuentra en la cama.

Yibo miró los ojos de Zhan, en estos no había un rastro de tristeza por lo que había ocurrido ese día.

El menor sabí que ahí estaba a salvo, y que ninguna de esas crueldades que le había dicho eran reales.

Ya no era el mismo Zhan de cuando se encuentra conocido, aquel que adoptaba una nueva inseguridad cuando le repetían un insulto o se burlaban de él sin razón.

Tanto Yibo como sus amigos lo han acompañado en su camino de ser una persona fuerte y que no se dejaba llenar la cabeza por la primera persona que se pusiera en contra.

Las manos de Zhan apretaron el cuello de la remera del pijama del mayor, atrayéndolo hacia sí para más contacto.

Se separo cuando el aire faltó en sus pulmones, respirando profundamente con sus narices tocando la otra.

Yibo tomó su mano izquierda y buscó con la punta de sus dedos el anillo que le había dado en su cumpleaños, tocándolo, lo hizo girar en el dedo de Zhan.

-Algún día será de casamiento, ¿Sabes?

Zhan rió.

-Sólo si es con-tigo, Yibo.

El peliazul sonrió.

-Gracias por pasar tanto conmigo, Zhan - dijo -... Sabes, desde que te ví por primera vez me parecía interesante.

>>¿Sabes eso de ver a un desconocido y querer conocer más de él? Eso pensé cuando te ví... Y al final nunca podía conocerte lo suficiente, Zhan.

 El menor sonrió con timidez por aquella confesión.

-Como el amor - murmuró -, das to-do y nunca es suf-iciente.

-Tu eres todo lo que necesito y es más que suficiente, cariño - dijo el peliazul, acariciando su mejilla -. ¿Sabes mí promesa de cuidarte? Es para toda la vida, igual que mí amor por ti.

Zhan rió tiernamente.

-¿Por qué es-tás tan cursi? - dijo, su cabeza se movió y sus narices se rozaron.

-A veces quiero decirte lo mucho que te amo, muchísimas veces - dijo -. No tengo palabras, Zhan. ¿Te molesta que me ponga cursi? - comenzó a dejar besos en su rostro y en su cuello, haciéndolo reír a causa de las cosquillas.

Zhan intentó empujarlo, pero Yibo usaba más fuerza que él, y para no perder, el mayor se colocó a horcadas sobre él, mientras seguía besando su cuello.

-Y-Yibo - Zhan habló con voz temblorosa.

-Lindura - llamó el mayor, detuvo sus besos, sus ojos se encontraron con los oscuros del menor, sus frentes estaban unidas.

Zhan abrió su boca para hablar, pero las palabras no podían ser procesadas por su cerebro.

Una voz decía que pare y que tenía sueño, la otra que no se detenga y que lo quería, así que no hubo un acuerdo de cual de las dos iba a hablar.

Yibo sonrió, besó sus mejillas y la punta de su nariz.

-Te notó confundido, bebé - dijo -. ¿Qué te parece si sigo, y si cambias de opinión, paro?

Zhan asintió levemente, Yibo volvió a besar sus labios con cariño, se separó un momento, y rió suavemente con algo de gracia.

-Gracias por no ser muy ruidoso.

𝐋𝐨𝐮𝐝 °┇YiZhan ²Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz