Espíritu Indomable |WangXian|

Yiling

Lan WangJi fue interceptado en la parada de camiones más cercana a la academia Lan ese día, siendo perfectamente secuestrado por Wei Ying; le había cubierto los ojos a WangJi y lo llevó hacia donde se suponía que estaba Yiling. Era un lugar enorme, escondido entre árboles y maleza, tal vez el exterior no daba la mejor impresión pero no dejaba de verse como uno de los más bellos lugares que había visto. A la abuela Wen le daría gusto volver a ver el lugar aunque no estuviera en la misma gloria con la que ella conoció el lugar.

"¿Wei Ying?" Lan WangJi buscó a su alrededor a Wei Ying, alcanzando a tomar su hombro "¿Dónde estamos?"

"Lo verás cuando entremos."

Tomó de la mano a su acompañante y los guió con sumo cuidado entre las piedras y el pasto crecido hasta unas escaleras de mármol, subieron y Wei Ying empujó la pesada puerta. Al principio fue difícil, parecía atascada; para resolverlo dio unos pasos hacia atrás, tomó impulso y empujó de golpe la puerta haciendo que una gran nube de polvo los envolviera. Ambos tocian y alejaban el polvo con movimientos de sus brazos. El Lan se quitó la venda de los ojos para tener una mejor visión del panorama y se detuvo, observando lo que los rodeaba.

"¿Te gusta, Lan Zhan?" Wei Ying abrió los ojos y al observar lo que él otro chico veía su sonrisa se borró.

Oh no...

No, no, no, no, noooo.

Wei Ying carraspeo y puso su cara más seria frente a su amado "¿Me... disculpas un momento? En seguida vuelvo."

Antes de esperar una respuesta salió y se sentó en las escaleras de mármol, marcando un número en su teléfono y poniéndolo c9ntra su oreja.

"¿No deberías estar en tu cita ahora, Wei WuXian? Llamarle a alguien en plena cita mata el ambiente y..."

"¡Wen Qing este lugar realmente está abandonado!" susurró alarmado, mirando de reojo hacia la puerta "traje a Lan Zhan a un lugar que se está cayendo en pedazos para nuestra primera cita."

"Será una buena anécdota para sus nietos" Wei Ying hizo un chillido en pleno sufrimiento y se aferró a su teléfono. Escuchó a Wen Qing suspirar "escucha, te dije que los túmulos funerarios no eran una buena opción para una cita. ¿Qué vas a hacer?¿Jugar con tierra y desenterrar tesoros?¿limpiar? Eso sí serviría bastante."

Wei Ying quería que la tierra y la maleza se lo tragaran en ese instante. Podía imaginarlo, a Lan Zhan, diciendole con el mismo rostro estoico de siempre "¿me trajiste a un lugar abandonado, Wei Ying?"

¿Pi qi li hicisti?

¡No, Lan Zhan ni siquiera hablaba así, sólo se está torturando a sí mismo!

"no creí que estuviera realmente abandonado..." murmuró.

"Tengo que colgar, WuXian. Suerte."

Empezó a escuchar el pitido del teléfono y marcó otro número.

El pitido al otro lado del teléfono no duró mucho "¿Qué?"

"Jiang Cheng, arruine mi primera cita."

"¡Ja! suerte con eso" Wei Ying de verdad amaba todo el apoyo que le estaba brindando su hermano en ese momento. Era como un ángel pateado desde el cielo.

"Acabo de perder cara frente a Lan Zhan..."

"¿De qué hablas? Tienes la cara demasiado gruesa y sigues plantandote frente a él de todos modos. Tú nunca has tenido cara para verlo."

Esta vez fue Wei Ying quién colgó el teléfono, con una venita resaltandose en su frente a punto de explotar. Menudo buen hermano mayor tenía.

Se levantó y volvió a la entrada, observando todo desde la puerta. El lugar estaba inundado en polvo, habían telarañas en las esquinas, partes del piso rotas, grietas y una clase de musgo en el piso. Él realmente podía visualizar el lugar limpio y hermoso en sus mejores tiempos, le habría gustado volver unos cuarenta o cincuenta años atrás para ver Yiling en todo su esplendor y no verlo como los túmulos funerarios, un lugar abandonado que se desvanece y cae en pedazos. Por su parte, WangJi seguía viendo a su alrededor, sosteniendo una pequeña mochila en su hombro, ignorando el pánico interno y lo mucho que Wei Ying se debatía por todo en sus pensamientos.