Expulsado

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"Estás expulsado."

Yu Ziyuan lo miraba con una mirada fría desde su escritorio. Wei Ying no podía creer lo que escuchaba, sentía que el corazón se le iba a salir en cualquier momento. De repente ya no podía reconocer del todo la oficina a la que lo mandaban a llamar cada vez que se metía en problemas.

"ZiYuan" Jiang FengMian la miraba con el corazón destrozado, intentando razonar con ella "por favor, dale otra oportunidad, él cumplió con su parte y ayudó a ganar el evento-"

"No, Fengmian, esa no era su parte" ella se levantó y golpeó su escritorio con su mano "le permití participar bajo la condición de que si se metía en problemas aunque sea una sola vez, él se iría de aquí."

"¡No iba a quedarme callado mientras que-!" comenzó Wei Ying, siendo interrumpido a su vez por Madam Yu.

"No me interesa lo que pasó" espetó. Ella no iba a escuchar más excusas y no iba a ceder esta vez. Miró a su esposo con la misma mirada fiera con la que veía al chico "el problema siempre es que no sabes quedarte quieto, menos callado. ¡Y no me pidas que le dé una oportunidad, cuando le he dado muchas en el pasado! No pienso dejarlo pasar con un fuerte castigo esta vez, FengMian. Se lo advertí y cumpliré mi palabra."

"Es tu hijo."

"En este momento es un alumno de la escuela, no importa si vivimos bajo el mismo techo."

"A-Xian, déjanos solos un momento por favor" murmuró FengMian sin siquiera mirarlo. Wei Ying podía sentirlo, el dolor y decepción en su voz, por eso es que salió de ahí sin tan siquiera renegar.

♤♡♤♡♤

Wei Ying llegó a la vida de la familia Jiang con tan solo un mes de nacido. Sus padres eran buenos amigos, pero su madre había fallecido en el parto y su padre murió en un accidente de carro poco después, dejándolo solo en el mundo, hasta que Jiang FengMian decidió adoptarlo y criarlo como uno más de sus hijos. Le habían dado todo; un techo, comida, una cama, dos hermanos con quienes jugar, muchos regaños por sus travesuras, pero sobre todo, le habían dado el amor que sus padres no pudieron darle.


Ellos soportaban sus travesuras y que se metiera en problemas, lo hacían a menudo, incluso lo metieron en la escuela que ellos tenían, dándole la mejor educación que se podía tener en el país y él aún así...

Aún así les falló...

Aún así desobedeció a Madam Yu...

Aún así no pudo aguantar un poco más...

Él había crecido corriendo por los pasillos de Yunmeng, había ganado muchos premios y reconocimientos que estaban en una vitrina en el pasillo principal. De detuvo un momento a observar su reflejo en la vitrina, posando un mano en ella. ¿Qué pasaría con él ahora? Todos esos recuerdos, sus logros y sus aventuras... el realmente adoraba asistir a Yunmeng, ¿a dónde más podría ir?

¿Por qué lo había arruinado todo?

Sintió un leve golpe en el brazo y miró a quién se encontraba a su lado, extendiendole una medalla.

"Es tuya" explicó Jiang Cheng. Él también se detuvo a ver todos los premios en la vitrina, leyendo todo lo que llevaba el nombre de ambos. Se habían dedicado a dejar su marca en la escuela, ellos habían ganado la mayor parte de esos trofeos y reconocimientos; juntos eran el dúo dinámico, los dos grandes de Yunmeng...

"Hablaré con madre, le diré que no tuviste la culpa."

"No lo hagas."

Jiang Cheng no quería mirarlo, no podía hacerlo. No sabía si esa opresión en su pecho le haría hacer algo de lo que se arrepentiría después. No porque fuera algo incorrecto, pero si vergonzoso.

"Fue mi culpa y aceptaré las consecuencias" aseveró Wei Ying, deteniéndose para apreciar la medalla en su mano. Le dio una palmada en la espalda y lo obligó a mirarlo, sonriendo como siempre "vamos, ¿acaso estás triste porque me voy? Es un milagro que Madam Yu aún no me haya corrido de la casa."

También es tu madre, ella no podría hacer eso. Cuanto le hubiera gustado decirle eso a Wei Ying, pero ni siquiera él sabía de lo que su madre podía ser capaz por orgullo y coraje. A veces simplemente no podía entenderla. Era tan dura con los tres que era difícil saber si lo hacía por amor.

"Yo jamás dije que estuviera triste, idiota" Jiang Cheng desvió la mirada tratando de fingir enojo "por mi te podrías ir ahora mismo..."

Wei Ying lo abrazó con fuerza y revolvió el cabello de su hermano "¡Oh, vamos! Sé que mi A-Cheng me va a extrañar un montón..."

"¡Cállate!" trataba de zafarse del agarre de su hermano, mientras que el otro se portaba más cariñoso.

"Mi Shidi me va a extrañar un montónnnn, ¿verdad?"

"¡Wei Ying!"

Se escucharon varias voces llamándolo a lo lejos. Ambos se giraron a ver de dónde provenían las voces y vieron a un montón de chicas acercándose con lágrimas en los ojos y una pancarta que tenía escrito su nombre y un montón de corazones; todas los rodearon y vieron que, para desgracia de Jiang Cheng, se acercaba más gente. Los rumores corrían rápido.

"¿Es cierto? ¿Te irás de Yunmeng?" le preguntó una de las chicas, con los ojos demasiado rojos de tanto llorar. Otra chica se aferró Wei Ying, poniendo su cabeza en su pecho.

"¡No te vayas!" le pidió otra.

"Wei-Xiong, no puedes irte" le dijo un chico que reconocía de los primeros años "la escuela no sería lo mismo sin ti. ¿Qué será del club de música? ¿Y el club de arte?"

Habían muchas caras tristes, tantas caras confundidas y él tenía que cambiar el ambiente tan deprimente que había. Ese siempre había sido su propósito.

Lo malo de ir a una de las mejores escuelas es que no cualquiera puede entrar, los estándares son muy altos y el ambiente es demasiado pesado. En un principio siempre le tocaba ver caras tristes y amargadas, gente llendo de aquí para allá con el estrés a tope y ni una sola sonrisa en el rostro. Por eso es que Wei Ying siempre se esforzaba por sonreírle a todos y hacerlos sonreír, porque él era el único que podía hacerlo, porque estaba en su sangre serlo; pasó su mano por la espalda de la chica que se aferraba a él, tratando de consolarla y miró a todos los alumnos que lo rodeaban.

"¡No se desanimen! Sé que soy el alma de Yunmeng, pero esto no será el fin del mundo."

"Ya va a empezar..." murmuró Jiang Cheng, volteandose para no ver a su hermano ser el centro de atención.

Wei Ying se subió a una banca y pasó una de sus manos por su rebelde y algo largo cabello "Puede que me hayan expulsado pero nada me prohíbe venir a verlos de vez en cuando. Recuerden todo lo que les he enseñado todo este tiempo..."

"Tu nunca les has enseñado nada bueno" intervino su hermano pero no le prestó atención.

"Recuerden que está bien divertirse de vez en cuando, si no lo hacen se verán igual de amargados que Jiang Cheng" todos se rieron ante su comentario, excepto por su lindo hermano que lo amenazaba con su puño "me alegra haber podido estar con ustedes por tantos años... y realmente espero poder seguir viendo a la mayoría de ustedes, incluso si estamos en escuelas diferentes."

Todos lo miraban con con una sonrisa a pesar de las lágrimas.

"¡Y no olviden que el que llega tarde a la cafetería los viernes, se queda sin carne!" gritó a todo pulmón Wei Ying al final, dando fin a su discurso.

"¡Wei WuXian, baja de ahí!" gritó una maestra saliendo de una de las aulas.

"¡Lo siento!" se disculpó él.

Incluso ese último regaño lo hizo sentir de maravilla.

Espíritu Indomable |WangXian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora