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LA SÉPTIMA DE LOS HARGREEVES se dirigió a la casa de Leonard Peabody, luego de todo el desastre familiar que la perseguía, en busca de algún refugio para ella.
Y por otro lado, justamente en un motel de mala muerte, si especificamos aún más, en el estacionamiento, se encontraban Hazel y Cha-Cha frente a la cajuela abierta de su auto.
Frente a ellos se encontraba un hombre de pelo rizado color castaño, envuelto en una toalla, amarrado de pies y manos, y detrás de él, el cuerpo de un adolescente en la mismas condiciones, solo que él traía un saco en su cabeza.
Cha-Cha y Hazel, con mucho cuidado de que alguien los viera, se llevaron a ambos a su habitación en el motel.
27/03/2019. 📍CANADÁ - TORONTO
La mañana ya había llegado a la gran mansión Hargreeves. Allison y Luther encontraban a la que fue su madre, desactivada, por lo que dedujeron que habían sido los intrusos del día anterior. Hubo una pequeña discusión sobre el reciente descubrimiento del físico de Luther, Allison quería ayudar y Luther lo quería evitar.
Bernadette perdió toda la noche buscando a su hermano y a Richard, fue hasta lugares en los que nunca imaginó estar, sin embargo, no pudo encontrarlos.
Y eso nos lleva al motel de mala muerte del día anterior, dónde Richard recién tomaba conciencia. Abría lentamente los ojos, los sentía pesados, tenía un fuerte dolor de cabeza, y a lo lejos escuchaba la voz del cuarto de los Hargreeves, este sonaba como si lo estuviesen... estrangulando.
—No..no pares..ah..ya estoy por llegar...—gimió.
Luego escucho una voz femenina en el lugar—¿Esta...?
