¹𝐁𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘; 𝒇𝒊𝒗𝒆 𝒉𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔

(𝟎𝟎)🍯

┇⁰⁰ ── 𝕲𝖎𝖘𝖘𝖊𝖑𝖑𝖊
«𝕲𝖎𝖘𝖘𝖊𝖑𝖑𝖊»

PRIMERO DE OCTUBRE, INGLATERRA, 1989, la lluvia caía y resonaba en las oscuras y misteriosas calles de aquella ciudad, las gotas resbalaban por las relucientes ventanas, al igual que las lágrimas en las suaves y rosadas mejillas de Gisselle Campbell.

Un grito estruendoso inundo la habitación color perla, el estómago de la castaña se contraía, y su respiración era acelerada, acababa de dar a luz, y en la mañana siquiera tenía señales de aquel peculiar embarazo. Era imposible, no había mantenido si quiera una relación en muchos años, mucho menos habia tenido alguna aventura. Gisselle era delicada, dulce, y apasionada, pero esa pasión, nunca la compartía, esa era su cruz, el egoísmo que podría llegar a sentir ante las demás personas, siempre pensaba en ella, y sus pinturas.

Con la falta de oxígeno que aún sentía, preguntó-¿Por qué no llora?

Annie, su nana y ama de llaves de toda la vida, fue aquel día la partera, todo sucedió de manera tan repentina, que no les dio el tiempo de llamar siquiera a emergencias. La pelinegra reflejaba confusión, intriga, la recién nacida no había siquiera soltado un quejido, y no, no estaba muerta, estaba tranquilamente descansando en los brazos de la pequeña mujer.

-Annie, ¿Qué sucede?-hace años, o tal vez hace unos momentos, Gisselle podría pensar que el instinto maternal, o ese apego emocional que se sientes luego de dar a luz, era ridículo, su madre la había abandonado a los 10 años, y su padre se suicidó cuando ella cumplió 16, era entendible el echo de no apreciar el cariño maternal, o siquiera un cariño familiar, aún así, la preocupación por aquella niña que acababa de nacer, la invadía, y por un segundo ablandó su corazón.

-Esta viva. Señorita Gisselle, es una mujercita-una sonrisa por fin se formó en el redondo rostro de Annie.

Gisselle dió un suspiro, toda la habitación quedó en total silencio, y en un sonido casi lejano, pudo escuchar la respiración suave y calmada que emitía su hija.