Capítulo 2.

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CAPÍTULO LARGO

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Después de un rato en familia en donde hablaron de cosas sin sentido y sucesos importantes en las vidas de todos, Amira fue a la que solía ser su habitación cada vez que visitaba su hogar y tomó una corta pero meticulosa ducha. Maquilló sus ojos dándole más profundidad a su mirada y con un labial rojo adornó sus labios. Lo hacía todo con rapidez y facilidad. Se vistió con unos pantalones color crema que alcanzaban su cintura y se aferraban a ella, una blusa negra holgada sin mangas adornando la misma con un collar, y unos tacones negros de punta fina la alzaban sobre el piso.

Cuando estuvo lista, salió de la casa con sus pertenencias no sin antes despedirse de sus padres.

-Vuelvo en unos días, tengo un día libre cerca y aprovecharé para pasar el día con ustedes. -Avisó aún envuelta en los brazos de su madre.

-Más te vale. -Katherine le miró en forma de advertencia.

-Lo prometo. -Dejó un beso en su frente y le regaló una sonrisa espléndida-Ups, te he dejado lápiz labial en la frente, perdona. -Todos rieron.

-Ven, quiero una marca de labial en la mejilla yo también. -Bromeó su padre acercando su anatomía a la suya para envolverla en sus fuertes brazos. -Te amo, princesa.

-Yo te amo aún más papá. -Sonrió y depositó un beso en su mejilla, en efecto, dejando una marca de labial en la misma.

-Ya, suficiente, ¡me empalagan!-Finn llamó la atención de todos, agitando sus manos en el aire. -Amira, debemos irnos o llegarás tarde. No quisieras dar una mala impresión desde ahora, enana.

-¡Que no soy enana! Tú eres un enano bravucón. -Se acercó a él y le propinó un buen golpe en su frente.

-Eres una abusadora, ¡a mamá le das un beso en la frente y a mí me das un golpe!

-Ella me dio la vida, tú solo me la fastidiaste. -Finn se hizo el ofendido con una mano en su pecho y su boca abierta.

-Caray, eso dolió justo en mi corazoncito sensible.

-Sí, sí. Vamos señor sensibilidad. Voy tarde. -Caminó a un lado suyo hasta llegar a la puerta dejando a su hermano parado allí, dramatizando todo un poco más, se despidió de sus padres con un beso que lanzó al aire y desapareció por la puerta principal.

-Criaron a una niña muy tosca.

Y salió de allí tras su hermana.

Condujeron hasta el hotel nuevamente para esperar aquel vehículo descrito en el correo electrónico que la llevaría al sitio, llegara. Impaciente miraba su móvil de vez en cuando, hasta que se aproximó un auto elegante completamente oscuro y del mismo salió un sujeto que la ayudó a ingresar tras confirmar su identidad. La seguridad la invadía, se sentía preparada y ansiosa por llegar, y por fortuna suya, la espera no fue tan larga. Una vez dentro del restaurante solitario, una joven la recibió y asistió con su abrigo blanco logrando desprenderse del mismo y la guió hacia el área en donde pasaría toda la noche y fue una sorpresa ver la sala llena de personas. Solo estaban ellos en el amplio restaurante, en un área privada cerca del fondo.

-¡Gilmore! Llegas a buen tiempo, mira quién acaba de arribar. -Bishop la saludó y señaló cerca del bar, inmediatemnte reconociendo aquella espalda, ella se acercó sonriente.

-Oh, Amira. -Volteó tras una caricia en su espalda con sus cejas enarcadas.

-Hola, Joe. No sabes lo bueno que es verte aquí. -Susurró lo último con alivio a la vez que le regalaba un abrazo amistoso. Un sentimiento de familiaridad la invadió y sus niveles de seguridad aumentaban al tener a alguien conocido consigo.

All of Me © [MJ]Where stories live. Discover now