Capítulo 20

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Era hora de salir a buscar a Amira a su hotel y no podía estar más nervioso aquel rizado. Llevaba sus típicos mocasines negros, una camisa roja de un estilo muy particular que le caracterizaba y pantalones negros con sus rizos domados parcialmente en una media coleta. A pesar de estar nervioso llevaba un ánimo que no se podía comparar con el rascacielos más alto de Los Ángeles. Escuchaba Fly Me To The Moon del gran Frank Sinatra mientras conducía al hotel en el que sabía que se encontraría con la mujer más hermosa de aquella noche a parte de su querida madre. 

Canturreaba y silbaba contento, pensando en ella y en el hecho de que había aceptado su invitación. Era conciente de que no era una cita, pero se trataba de Amira y eso no le permitía tratar esa tarde como una cualquiera. A parte de que nunca había llevado a una chica a los días de Joseph y sabía que eso llamaría la atención de toda su familia, que no era pequeña ni muy discreta con esas cosas. Rogaba al cielo que todos amaran a Amira y que no la incomodaran con preguntas desafortunadas como casi todos los Jackson sabían hacer. 

Doblaba esquinas pensando en cómo se habrá vestido aquella castaña que le robaba el sueño. Respiraba profundo tratando de normalizar sus latidos emocionados por verla en unos pocos minutos. Y cuando tuvo en vista el hotel, precisamente empezó a sonar una canción en la radio que no ayudaba con su nerviosismo y sus ganas de frenar el enamoramiento que iba sufriendo con esta mujer. 

Unchained Melody empezó con aquellos canturreos suaves y piano de fondo. Estacionó el auto en la curva de la entrada esperando ver a Amira salir. No tardó mucho en que se asomara una sonrisa en su rostro al verla caminar hacia aquel auto azul marino. Y fue como si el tiempo se ralentizara para él... La veía caminar con aquella seguridad que hacía brillar su rostro, cuando notó la sonrisa que ella cargaba en su perfilado rostro, la suya se ensanchó más si era posible. 

Sonríe cuando se acerca a mi. Pensó. 

Cuando ya estaba cerca del auto, él decidió salir para abrirle la puerta como todo el caballero que era. Hicieron contacto visual profundo cuando él abrió la puerta y quedó parado esperando por ella. Él hizo una especie de reverencia al decir ''Milady'', y ella le correspondió carcajeante. Cuando estuvieron ambos en el interior del auto, sonaba Say You, Say Me de Lionel Richie. Al ponerse los cinturones sincrónicamente, Michael volteó a mirarle, o más bien, admirarle. Ella le sonrió tras notar la mirada que él le echaba. Y ahí fue cuando él pescó por la mano anillada y tras mirar el anillo dorado que llevaba ella, dejó un beso lento y suave, tomándose su tiempo y mirando aquellos ojos avellana con una profundidad que a ella le causó escalofríos en el alma. 

Café y avellana... Se encontraron y se mezclaron apasionadamente cuando ella le correspondió la mirada profunda, sin dudar, sin nervios. 

Fue en ese momento de seriedad entre ambos que él se dió cuenta de que los nervios habían desaparecido de su sistema. Y que aquellas miradas significaban algo más allá de lo que ambos podían comprender en el momento. 

No intercambiaron una sola palabra desde que se vieron hasta llegar a la casa de Katherine que estaba un poco retirada de donde Amira se quedaba. La castaña estaba muy callada y el rizado solo la dejaba porque sabía que no estaba del todo bien y él esperaría a que ella quisiera hablarle sobre lo que le pasaba. Ambos disfrutaban del silencio entre ellos, compartiendo miradas diferentes al resto y tarareando canciones de la playlist de Soul que tenía el rizado reproduciendo. 

A ambos les agradaba que compartieran gustos musicales, aunque ninguno lo dijera. Con el sonido de Unforgettable de Nat King Cole llegaron a la propiedad cercada y llena de verdor de Katherine. Un portero abrió la puerta automática tras confirmar la identidad del conductor y ante los ojos de Amira se abrió un mundo de maravillas mientras conducían por la propiedad para llegar a la casa principal. Muchos árboles, flores y arbustos decoraban el camino de piedra por el que conducían. Cuando llegaron a divisar la casa principal, una fuente de piedra les daba la bienvenida con agua que fluía acompañada de una luz blanco cálido que producía un efecto interesante para Amira. 

All of Me © [MJ]Where stories live. Discover now