All of Me © [MJ]

Capítulo 8.

24 de Diciembre, 2021.
Residencia Gilmore
19:46

Era Nochebuena y la casa de los Gilmore estaba llena de vida con la presencia de tantas personas. Amira, Finn, Katherine y Charles; que estaba tan feliz de compartir con su familia, aunque de manera diferente a los años anteriores.

Hace unos días lo habían traído a su casa nuevamente, para que pasara la época más festiva del año con sus seres queridos. Le habían permitido trasladarse a su casa y quedarse allí, con la única condición de que debía asistir a sus rigurosas terapias en el hospital.

Los Gilmore, sentados en la sala de estar, conversaban de todo y nada a la vez. Era algo que tenía esa familia, aunque no fuera la más grande, siempre buscaron del otro, siempre fueron muy unidos y los temas de conversación no se acababan nunca.

-¿No invitaste a tu amigo, Amira?-Preguntó el patriarca.

-No, papá. Ha de estar con su familia. -Contestó ella.

-¿Qué amigo?-Katherine salta inmediatamente a la conversación, atenta a cualquier respuesta. Y para desgracia de Amira, la primera que recibe es de su hermano.

-Su novio, querrás decir.

-¡¿Novio?! ¿Mi amor, me explicas por qué no me dijiste nada?, y tú por igual, Charles.

-Zopenco. -Amira le da un golpe a su hermano en la cabeza, el rubio se queja inmediatamente. -No es mi novio, mamá. Es un compañero de trabajo que se ha vuelto mi amigo.

-Además, está comprometido, lamentablemente. Me hubiese gustado para Amira, es buen partido. Ojalá puedas conversar con él un día, cariño. -Añadió Charles.

-Oh, ¿es el niño lindo de rizos que estaba el día de la emergencia?-Con cada segundo que pasaba Katherine se iba interesando más y más en el tema de conversación que había surgido.

-¡Ese!-Contesta Finn a la pregunta que le hicieron a su hermana.

-Oigan... Llevan esta conversación muy rápido, y casi ni me dejan participar. -Amira se quejó.

-Quiero conocerlo. -Su mamá dijo con tal seriedad que Amira se asustó, pues no bromeaba.

-Pero-

Su queja fue interrumpida por el timbre de un teléfono. Alza la mirada a su padre, que ya había alzado una ceja en desaprobación.

-¿Qué hemos hablado de los teléfonos en Nochebuena?

-Lo siento. -Estaba a punto de callar el timbre cuando vio quién era el responsable de la llamada. -Mierda. -Susurró por lo bajo, poniéndose nerviosa por alguna razón.

>>Es... Es Michael. -dijo sabiendo que su padre la dejaría hablar con él.

-¡Oh, adelante, contesta!-Su mamá la alentó a contestar.

-¿Hola?-Descolgó la línea y se alejó, saliendo al jardín trasero de la casa, cerrando detrás de ella las puertas francesas.

Sus familiares siguieron murmurando, mirándola hablar con el "niño lindo", aunque no escuchaban nada estaban pendientes de sus expresiones faciales.