Capítulo 9.

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Diciembre 27, 2021
Edificio Corporativo Deko Inc.
12:45

Se supone que hace dos días debió irse del país y volver a la ciudad donde vivía, seguir con su vida cotidiana. Pero ahora Amira se encontraba de camino al elevador en Estados Unidos, en un edificio totalmente diferente al que trabajaba por años. Pero el mismo 25 de Diciembre, habló con su jefe quien comprendió la situación e incluso insistió en que ella se quedara más tiempo allí, ayudando a su papá. Tuvo que cancelar el vuelo de imprevisto. Pero, lo bueno de que no estuviera planeada la extensión de su estadía era que en los siguientes días no tenía nada agendado y podía hacer lo que quisiera. Claro, sin dejar su trabajo de lado, aún iría a trabajar. Pero sus días serían más desahogados.

Tenía oportunidad de disfrutar un poco más de Los Ángeles, después de tanto tiempo. También le alegraba estar un poco más allá pues significaba que podía pasar más tiempo con su familia y su nuevo amigo: Michael.

En los últimos días interactuaban un poco más de lo usual, generalmente por iniciativa del rizado, cosa que la tenía encantada.

En aquel instante en el que las puertas del elevador estaban a punto de cerrarse, una mano gigante la paró. Las puertas se abrieron nuevamente revelando el rostro de Michael, quien al parecer había corrido hacia el ascensor.

—Oh, buenos días señorita. No la había visto hoy.

—Buenas tardes, caballero. —Ambos rieron.

—¿Vas a almorzar?

—Sí. Salí más temprano pues no hay mucho que hacer hoy. ¿También estabas desocupado?

—Sí. ¿Quieres almorzar conmigo?

—Claro. ¿A donde ibas?

—Pensé en Panera, pero no estoy muy seguro.

—Es buena idea. Hace mucho no como algo de Panera. Yo invito, vamos.

—No. ¿Como te dejaré pagar?

—Simple. A la hora de que entreguen la cuenta, te haces a un lado y me dejas tomarla y pagarla. Déjame invitarte, siempre lo haces tú. —Hizo un puchero, cruzándose de brazos.

—Bueno—alza sus manos en forma de rendición—pero sólo por ésta vez, eh.

Amira solo rodó los ojos.

>>Es bueno tenerte aquí. Eran muy aburridos mis días cuando no estabas. Eres muy diferente a mis amigos, no me comprendían bien. Tú si me entiendes. Gracias por eso.

—Aw, qué lindo. —Le pinchó la mejilla como una abuela lo haría. Él se ríe avergonzado, cubriendo su boca con sus manos y encogiendo los hombros un poco. Ese acto por parte del rizado le causó mucha ternura a ella.

Cuando salieron del elevador hasta los estacionamientos, llegaron al auto de Amira y ella condujo hasta salir al exterior, la luz del día golpeando sus retinas agresivamente. Ella tomó unos lentes de sol de un compartimiento y se los colocó. Le subió al radio un poco con una canción que le encantaba.

—¡Amo ésta canción!—Dijo contenta a su acompañante que venía callado mirando por la ventana.

—¿Es español?

—Sí.

—¿De qué trata?

—De un borracho que se encuentra con dos cuerpos, uno de una remera y otro de un ladrón que se mataron entre sí. ¡Es genial!

—¿Qué...?—Michael queda aterrado con la explicación. Y la mueca que hizo provocó carcajadas histéricas en Amira.

—Sí. Lo narra todo muy bien. Rubén Blades es conocido por narrar historias en sus canciones. Es genial el tipo.

All of Me © [MJ]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt