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—¡Maldición!—espetó azotando la puerta detrás suyo haciendo que un despistado pelirrojo prácticamente cayera de la cama.

Aún en el piso siguió al rubio con su mirada, estaba a punto de decir algo acerca de su nueva aventura con el televisor y el jabón del baño que no dejaba de hacer una especie de baba blanca que sabía muy extraño, cuando noto las lágrimas acumuladas en los ojos del chico.
No sabía que hacer. Todo era incómodo y el silencio podría haber sido infernal si el ruido de la televisión no inundara el cuarto en ese momento. El chico de rubios cabellos caminó al baño y cerró la puerta con seguro. Hoseok gateó con rapidez y pegó su oreja sobre ella escuchando al chico sollozar.

—Amigo Jimin—habló sereno tratando de abrir, pero no logró conseguirlo.

—Ve a dormir Hobi—se escuchó del otro lado en respuesta.

Aún así el extraterrestre no hizo caso omiso, tomo su frente para visualizar el lugar al que quería llegar en su mente, y repentinamente apareció encontrándose a un pequeño chico sentado dentro de la tina.

—Cuando digo que vayas a dormir, significa que necesito estar solo un momento—mencionó desviando el rostro para evitar ser visto así—No que atravesarás la puerta, metiche.

—Estás triste—dijo sentándose de lado sobre el retrete para quedar al frente suyo—¿Cómo puedo ayudarte?

—No puedes—respondió secando sus lágrimas con brusquedad.

"Mi amigo. Mi amigo humano está triste"

Fue lo que pudo leer a través de su mente.

Sin pensarlo demasiado se abalanzó sobre él, convirtiendo la pequeña distancia que los separaba en un cálido abrazo haciendo tensar al contrario.

—¿Qu-Qué haces?—preguntó sorprendido por tan repentino acto.

—Vi en la televisión que esto ayuda a las personas cuando están deprimidas—respondió colocando su cabeza sobre el hombro del rubio—En mi mundo habríamos solucionado todo con un golpe.

—¿Cómo un golpe ayuda?—pregunto.

—Hace pensar, es bastante reconfortante de hecho—dijo soltándolo despacio.

Jimin dejó escapar un suspiró.

—¿Realmente debería contar contigo Hobi?—preguntó mirándolo melancólico.

—¡Claro!

—No—espetó como respuesta —Tarde o temprano te irás, y me dejarás solo como él lo hizo.

—¿Cómo quien?—preguntó el alíen tratando de hacer que su amigo se abriera—Amigo Jimin, no comprendo.

—Olvídalo Hobi, y no te atrevas a leer mi mente jamás—habló saliendo de la bañera y recordando su encuentro—Mañana tenemos clase y debemos salir antes que mi mamá.

"Jimin. Jimin piensa evitar a su madre"  volvió a leer.

—Te he dicho que eso es básicamente imposible, mi memoria es como la de un...

—Un robot, lo sé—completo el rubio.—Un robot con muchas sorpresas.

—Y descuida, no volveré a leer tu mente sin permiso. O teletransportarme frente a otros.

—Oye...—soltó pensativo—¿Qué le pasó al jabón?

—Yo...

—¿Tú?—lo miró entrecerrando los ojos—¿Lo mordiste?

—Creí que era un dulce como el que comió el duende de la televisión.

—Ok, no voy a preguntar nada más—dijo rodando los ojos para después salir del baño.

—Entonces estás diciendo que tu tío Rugan traicionó a tu padre—afirmó una vez terminó de escuchar todo el relato

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—Entonces estás diciendo que tu tío Rugan traicionó a tu padre—afirmó una vez terminó de escuchar todo el relato.

—Así es, a veces el poder cambia a las personas, volviéndolas ambiciosas y no les importa pasar por encima de los demás.

—Wow—exclamó sorprendido—Es como villano de película. ¡Eres como superman! Aunque mi superheroe favorito nunca dejara de ser flash.

—¿Qué es un "Superman"? ¿Es un humano como los duendes de la televisión?

—Ya te expliqué que no son duendes, son personas que actúan, son grabadas y proyectadas en pantalla...

—Sigo sin comprender—dijo sujetando los tirantes de su mochila con fuerza.

—A veces me sorprende lo tonto que llegas a ser—contestó con algo de desesperación—Mejor dime, ¿Cómo es tu hogar?

Una gigantesca sonrisa se dibujó en el rostro del alíen al oír aquella pregunta.

—Oh, es enorme, hay extensiones de árboles por todas partes, flores de diversos colores que brindan una abundante alegría, hay rascacielos gigantescos con luces de todos los colores—exclamó con algo de melancolía.

—¿Lo extrañas cierto?—pregunto sereno—¿A tu hogar?

—Más que a mi hogar, extraño a mi padre—mencionó bajando la mirada—Cuando Rugan llegó, no tuve tiempo de despedirme, sólo escapé para mantener la caja a salvo.

—Se como te sientes—hablo Jimin—Lo sé mejor que nadie.

—¡Park, atrápala!—gritó el chico pateando el balón como todas las mañanas.

Pero antes de que pudiese llegar al rostro del rubio, una mano lo impidió, había sido tan rápido que dejó a los espectadores sorprendido.

—¡Oye, tú!—gritó inaudito—Devuélvelo—mencionó aclarándose la garganta.

—¿Qué? ¿Esto?—preguntó el pelirrojo bajando un poco las gafas mientras sujetaba el balón juguetón—No sé, parece algo divertido.

Jimin ya le había hablado un poco acerca de Kai, bien dicen que las primeras impresiones son importantes, pero al encontrarse por primera vez con él, definitivamente no fue de su agrado.

—Si me ganas, yo te devuelvo tu balón—habló Hobi seguro de sí mismo.

—¡¿Qué rayos haces!?—preguntó Jimin desconcertado—No sabes jugar Hoseok, él va...

—¿Por qué jugaría con un marginado como tú? Ni siquiera te había visto antes, sólo sería una completa pérdida de tiempo, y mi tiempo es muy valioso.

—Acaso...¿Temes perder contra este marginado?—le retó el peli rojo con la mirada.

—Acepto—interrumpió el chico llegando a su lado—Será después de la escuela, no llegues tarde y ten a tu equipo de perdedores listo—susurró pasando de largo.

—Sabía que aceptaría, el es demasiado competitivo—dijo el rubio—Por eso lo odio y tú Hoseok, ¿Cómo planeas ven...

—Tranquilo, todo saldrá bien—le dijo siendo despreocupado.

Algo que el rubio no comprendía.

—Pero...

—Necesitamos conseguir a alguien más—interrumpió el pelirrojo—Oh, justo en quien estaba pensando

Dijo al ver a un castaño de sonrisa cuadrada llegando a la escuela algo adormilado.

🟢 Hello, my Alíen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora