🟢 Hello, my Alíen.

[Pre-estreno]

Aquel ejército de robots y Alkaa'Z se enfrentaban rigurosamente con valor, sin descanso, siendo fíeles rivales dejaban el alma en el campo de batalla. Sin embargo, podía notarse que en definitiva aquellos robots liderados por el poderoso Rugan, habían logrado sacar una gran ventaja.
Todo por lo que habían vivido, peleado, todo lo que los habitantes habían amado, estaba siendo destruido sin piedad.

Fuego. Destrucción. Muerte. Rugan estaba arrasando con todo, y mientras lo hacía, un solo objetivo estaba presente.

"Conseguir la caja madre faltante"

—Padre, ¡Debo sacarte de aquí!—interrumpió el príncipe entrando al salón principal con desespero—P-papá—volvió a decir al notar que el recién nombrado no se movía en lo absoluto.

—¿Y dejar a toda mi gente?—respondió tranquilo.

Posaba la mirada en aquel balcón mientras observaba cómo su reinado estaba a punto de terminar. Cómo lentamente se caía a pedazos.

Su hijo no entendía como es que podía estar tan sereno.

—¡Padre, Rugan ya viene hacia el palacio!—exclamó tomándolo del antebrazo—Debemos irnos, ahora.

El chico ni siquiera espero otra de sus elocuentes respuestas, simplemente dio pasos firmes hasta el, lo tomó del antebrazo y comenzó a arrastrarlo consigo camino a las naves de escape.

—Hijo mío, ¿Acaso no te lo dije?—cuestionó deteniéndose abruptamente, mirándole de frente antes de tomar su hombro con cariño—"El momento en que encuentres el coraje para dar tu vida por alguien, será el momento en que finalmente comprendas el amor"

—Padre, no es momento para tus sabias lecciones, debem...

—Escucha mi querido príncipe—lo interrumpió—Lleva a Eva contigo y desaparece, abandona Alkaa'Z33, ya no hay tiempo.

—¡¿Estás loco!? ¡No voy a abandonarte!

—En este momento te estoy dando una orden como tú rey, no como tú padre—levantó la voz.

—Pues, orden no recibida—exclamó firme.

—¡Mi señor, Ató! Su hermano ya está aquí—espetó uno de los guardias entrando abruptamente al cuarto al lado de otros dos.

Sangre recorría sus sienes y se tomaba el abdomen por el cansancio.

—Lleven al príncipe a la sala de seguridad y denle a Eva, programen en ella el curso a la tierra—ordenó el rey preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de suceder, terminando de colocarse su traje de batalla—No dejen que Rugan posea a Eva.

—¡Cómo ordene!—dijo el guardia caminando hacia el hijo del gran Ató.

—¡No! ¡Yo soy tu príncipe y ordenó que no cumplas con esa orden!—exclamo tratando dé zafarse, pero el otro sólo le ignoró—Lo habías planeado. ¡Lo planeaste y no dijiste nada!—vocifero enojado, revolviéndose—¿Cómo pudiste sacarme de esto? ¿Acaso quieres morir?

—¡Estoy tratando de protegerte!—vociferó su padre silenciándole por completo.

El peli rojo guardo silencio unos segundos más.

—¡No necesito que me protejas!—dio un último empujón a un guardia. Pero simplemente no logro su cometido de liberarse—¡Ya no soy un niño asustadizo!

Rápidamente lo metieron a una de las cápsulas de escape, aquellas que se disolvían como polvo antes de aterrizar, y con el, iba Eva acompañándole.

[Reclaculando ruta a la tierra]

Gritaba, se desgañitaba, vociferaba que lo dejaran salir mientras golpeaba con todas sus fuerzas aquel cristal que lo mantenía encerrado. Pero simplemente era ignorado.

[La nave despejará en: Tres..]

Volvió a golpear.
Y desde adentro logró observar cómo su tío Rugan hacía presencia frente a su padre.

[Dos...]

Pudo ver cómo comenzaba aquella tan deseada batalla entre hermanos.

[Uno.]

Pudo sentir como la cápsula comenzaba a elevarse, comenzaba a marcharse, dejando el corazón en aquel lugar, poniendo toda la fe que le quedaba en su padre.
Rogando para que cuando regresara, él se encontrara bien.

[Despeje]