•20•

53 15 14
                                    


—No llegó—mencionó él rubio sin evitar sentirse un poco deprimido y demasiado desilusionado.

Después de todo había estado esperando ese día realmente ansioso y la ausencia de la castaña, sólo lo hacía pensar en que sus sentimientos no eran correspondidos.

—¡No llegó! ¿Cómo que no llegó?—exclamó su amigo realmente sorprendido—¡No puede ser!

—Claro que puede ser, porque así se dieron las cosas—mencionó él rubio.

—Pero...¿Por qué?—cuestionó frunciendo el entrecejo.

—¿Por qué más sería? ¡Yo no le gusto!—le contestó Jimin bajando la mirada—N-No, no le gustó.

—No, no, no saquemos conclusiones tan apresuradas, y si realmente fuese así, no creo que ella sea tan cruel como para plantarte, optaría por decírtelo—le dijo su amigo con rapidez en su intento de consolación.

—Entonces ¿Qué quieres que haga?—le reclamó el otro, como siempre—¿Qué vaya y le pregunte directamente?

—¡Si! ¡Es una gran idea!—le respondió el chico sonriendo—¡Anda, ve!

—¡¿Te volviste loco?!—espetó el más bajito—¡Sólo estaba siendo sarcástico!

—¡Ahí está, corre!—exclamó brindándole un leve empujón para hacer que se acercara.

Park, sin estar completamente seguro de lo que estaba haciendo, caminó hasta donde Seul Gi se encontraba sintiendo una asfixia y sus manos sudar. Tomó unas cuantas respiraciones para calmar su alocado corazón y luego carraspeó su garganta para llamar su atención.

—¡Jimin, hola!—exclamó la castaña cerrando su casillero con una sonrisa en su rostro.

El rubio no comprendía la actitud de la contraria hacia su persona, es decir, lo había dejado plantado, pero ahora actuaba como si nada malo hubiese hecho.

—H-hola—respondió sin poder mirarle por más de dos segundos a los ojos—Sabes, sólo iré directo al grano, porque no quiero darle tantas vueltas a este asunto.

—Claro, adelante—mencionó la castaña sin saber exactamente de lo que el chico al frente suyo hablaba.

—Quería saber si hice algo malo, o si estás enojada conmigo, tal vez alguna actitud mía te ofendió o...

—¿Cómo?—exclamó la chica dejando escapar una risita—¿Porque estaría enojada contigo, Park? No me has hecho nada malo.

—Bueno, porque, no llegaste ayer—le dijo el chico aún más confundido, con las palabras atoradas en la garganta.

—¿A dónde?—cuestionó frunciendo su entrecejo.

—En la carta que deposite en tu casillero, pedía reunirnos en el café que está a unas cuantas cuadras, pero no apareciste—explicó el rubio.

—Jimin—comentó la chica bajando la mirada unos segundos y luego fijándola nuevamente en él—De haber encontrado una carta hubiese ido, enserio, pero...no había nada.

¿No había nada? ¿Cómo era eso posible?
Quizo preguntar.

—Deberías tener más vigilado a ese pelirrojo Park—interrumpió pasando el odioso de Kai acompañado de una fastidiosa risa.

—¿A qué te refieres Kai?—exclamó con cierto enojo apoderándose de él.

Acaso...¿Estaba diciendo que Hobi había tomado la carta? ¿Cómo se atrevía a soltar semejante acusación?

—No le hagas caso Jimin, solo dice tonterías—espetó Seul Gi mirando a Kai de mala gana— Me hubiese encantado ir y descubrir que querías decirme, pero ya que no se dio, podríamos...—continúo sonriendo nuevamente—Podríamos ir después de clases, si quieres. Estoy libre.

🟢 Hello, my Alíen.Where stories live. Discover now