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¿Hobi borracho?

Aunque su imaginación fuese tan gráfica, en la vida pudo haberse imaginado a un alíen en estado de ebriedad, y menos aún, bailando. (Bueno, no es como si conocer a un alíen fuese lo más normal del mundo).
Sin pensarlo dos veces, se levantó del frío césped y corrió a la entrada, pero entonces, se detuvo drásticamente y giró al recordar con quien estaba hace unos minutos.

—Lo siento de verdad, de verdad lamento esto, no sabes cuantas veces image un momento contigo, pero, ¿Podríamos hablar después?—le dijo el rubio a la chica algo alterado.

Y sin esperar respuesta de su parte, entró a la casa en busca del pelirrojo, caminaba observando por todas partes, las luces led le cegaban los ojos, empujaba a las personas que bailaban eufóricas y detrás suyo iba un castaño de lentes cuadrados quien le seguía el paso apresurado.

Se quedó estupefacto, atónito, pasmado, asombrado, desconcertado, perplejo, absorto y todos los sinónimos de sorprendido que se te puedan venir a la cabeza al encontrar tal escena digna de una película erótica, pues el chico se encontraba encima de la mesa sin camisa, bañado en sudor, mientras hacía movimientos lentos al arrojarse líquido de una jarra. ¿Qué era eso que contenía? ¿Agua? ¿Vodka? Ni idea. Como sea, debo admitir que se veía bastante sexy.
Las personas a su alrededor brincaban incitándolo a seguir,  y eso solo hacía que el fastidio de Jimin incrementara, enserio ese chico tenía un terrible carácter.

—¡Amigo Jimin!—gritó el pelirrojo alargando las palabras y bajando por fin de aquella mesa—¡Debes probar esto!—mencionó brindándole una jarra vacía—Ay, ya se acabo.

—¡Claro que se acabo imbécil!—espeto el rubio quitándole la jarra de las manos con brusquedad—¡Te la vaciaste toda en la cabeza hace un momento! ¿Acaso estás drogado?

—¿Qué es estar drogado?—le preguntó con toda la inocencia posible mientras agitaba su cabeza para despeinar su cabello.

—No, sólo bebió mucho—interrumpió esta vez Tae.

—¡Nos vamos de aquí!—exclamó el rubio llevando a los dos chicos casi a rastras.

—¡Pero estaba divirtiéndome!—reclamó el extraterrestre en un puchero una vez se encontraban fuera de esa casa.

—¡Te estoy salvando de perder tu dignidad!—exclamó abriendo más los ojos—Al menos lo que queda de ella, ¡Y Dios! ¿Cómo es que...maldita sea, ¡Tae dale tu chaqueta para que se cubra, no puedo concentrarme así!

Lo sé Jimin, ese alíen bien pudo ser casi casi un físico culturista. (Bueno, exagere un poquito) pero es que el man definitivamente estaba muy bueno.

Pasadas unas cuantas cuadras, decidieron tomar un taxi, porque en definitiva lidiar con un borracho en la calle era complicado, más si el borracho era un ser de otro planeta.

El chico ya se había teletransportado dos veces, y casi rompe una pared al recargarse. Totalmente era un desastre andante en ese momento, Jimin daba gracias al cielo que no lo hizo con todas las personas presentes en la fiesta, o lo siguiente que le caería no sería vomito, sino, la policía.

—¡En la vida Hobi, te vuelvo a llevar a una fiesta!—mencionó el rubio cargando con dificultad su cuerpo inconsciente por las escaleras.

Una vez entro a la habitación, boto al pelirrojo sobre la cama, apago la luz y bajo nuevamente a la sala de estar.

—¿Te quedas a dormir?—le preguntó al castaño mientras se disponía a sacar una botella de agua fría del refrigerador—Mamá tiene doble turno hoy.

—Creo que es lo mejor, llegar con vomito en la camisa y olor a alcohol, definitivamente no es buena idea, no con mi madre en casa—respondió dándole escalofríos tan sólo de imaginarlo—La llamaré.

—Deberías darte un baño, apestas—le respondió Jimin aguantando una carcajada, definitivamente esta noche siempre se haría eterna en su memoria.

—Deberías darte un baño, apestas—le respondió Jimin aguantando una carcajada, definitivamente esta noche siempre se haría eterna en su memoria

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—Me duele la cabeza—espetó el alíen dejando caer toda su humanidad sobre la mesa.

—¿Qué esperabas Hobi?—le reclamó el rubio—¿Amanecer como la fresca mañana? Al parecer ni los alienígenas se salvan de la resaca. Ahora tómate el agua con miel que te di y deja de quejarte.

—Quedé como un tonto anoche—interrumpió Taehyung con una mueca—Un chico me ofreció coca y yo extendí mi vaso—exclamó tapándose el rostro para ocultar así su vergüenza.

—¡Yo debería ser aquel que se queja!—mencionó está vez Jimin mirándolos de mala gana—Por fin había logrado tener una conversación decente y no de dos palabras con la chica que me ha gustado desde siempre y ustedes dos lo arruinaron.

—Estás hablando muy fuerte amigo Jimin—dijo Hobi masajeando su sien con suavidad.

—Cállate tú, señor abdominales perfectas—le calló dándole un zape causándole más dolor en la cabeza—Planeaba llevarla a casa, que la lluvia siendo traviesa tal vez llegase y quizá poder robarle un beso, pero eso ya no va a suceder, porque en el pronóstico no había lluvia y porque don lavadero, y el señor coca, lo arruinaron.

—Ustedes enserio son unos perdedores.

Interrumpió un joven que se encontraba sentado en la misma mesa que ellos, quien poseía cabello negro y piel pálida, cualquiera pudo haberlo confundido con un muerto, y aquel trío de tontos no lo habían visto en los veinte minutos que llevaban de receso.

—¿Y por qué te sientas con nosotros?—preguntó Taehyung acomodándose las gafas.

—Porque las desgracias de los demás me divierten—respondió con tranquilidad acompañado de una risita—Y porque...no tengo amigos.

—Ya sabemos por qué—respondió Jimin mirando hacia otro lado—Regresando a lo importante, ni siquiera sé cómo acercarme a ella, estoy realmente avergonzado.

—No lo hagas—dijo otra vez el peli negro—Anoche estaba buscándote para devolverte tu chaqueta, cuándo se encontró con otro chico, él la llevo a casa.

—Lo que me faltaba—dijo entre dientes—¡Oye! ¿Tú como lo sabes?

—Suelo observar más que socializar.

—¿Quién rayos eres?

—Mi nombre es Min Yoongi—les respondió con una sonrisa ladina—Y enserio estoy muy feliz al encontrarme por fin con aquel chico que calló del cielo.

«¿Pero que mier... »

🟢 Hello, my Alíen.Where stories live. Discover now