8 [Parte I]

26.3K 1.9K 1.9K
                                    

~No importa donde o con quien estés, yo siempre estaré allí, observándote desde las sombras. Me conoces, sabes quien soy, pero tú no te permites verme.

Este capítulo está dedicado a Lisseth_999
Gracias por tu comentarios sensuales, 7u7 ♥️♥️ I love u

Narrador desconocido

—Ya deja de dar vueltas, me vas a marear —ordené hastiado. Desvié la mirada al mismo tiempo que mordí mi labio inferior, tratando de no tirar el vaso de cristal que yacía en mi mano, contra la cabeza del chico que caminaba de un lado a otro en la habitación.

Ay, las vueltas de la vida. Un día estás abajo siendo pisoteado por los demás y, otro estás en la cima haciéndole la vida miserable a alguien que no tiene idea del daño que ha hecho.

—Esto es una locura, recapacita, enfermo de mierda —me gritó deteniendo sus pasos.

El chico me miraba entre irritado y curioso. Por más molesto que estuviese, sabía que él quería hacerlo, porque esa fachada de chico ingenuo escondía un gran monstruo. Ambos éramos lo mismo y, solo me encargaría de darle un empujoncito.

—Entras, te acercas a ella y listo. ¿Tan difícil o necesitas que te lo explique con manzanas? Mejor dicho, con muertes... —le miré fijamente. Él pestañeó varias veces antes de soltar un grito y llevar sus manos a peinar su cabello.

Odiaba a la gente dramática y, convivir con él era una agonía. De por sí, era tranquilo y nos entendíamos, pero cuando se trataba de ella; él se negaba a cooperar.

—Entro, me acerco a ella y listo. —Sonrió, como si hubiese hecho un descubrimiento brillante y no simplemente haber comprendido una estúpida oración.

Estoy perdiendo las casillas. Me voy a volver loco, bueno, más loco.

—Exactamente. Cuidado con hacer: Entro, no me acerco y lo jodo. —Me puse de pie con rapidez, deposité el vaso en la mesa y me acerqué al muchacho—. Ya sabes, si me haces enojar, otro trauma para ella... una muerte más que descanse en sus hombros.

Solo pudo dedicarse a observarme como un animal furioso, pero a la vez asustado. Era normal que me desafiara con la mirada, pero yo no tenía ningún problema; el pobre no tenía otra manera de desquitar su enojo.

Me sentía relajado, con altas expectativas de esa noche. Adelin había desbloqueado un nuevo nivel, veremos si podrá pasarlo y cuál será su puntuación. Por mientras, las cosas estaban muy calmadas, porque lo que le esperaba a esa niñata no era nada comparado a lo que tenía planeado.

Mi plan estaba saliendo a la perfección y, tenía la certeza de que así seguiría. Aunque el juego no había comenzando del todo, lo que sucedía tan solo era un avance.

—¿Qué pretendes que le diga?

—¿Ahora te harás el tonto? Ustedes se conocen, entablar una conversación será lo de menos —afirmé con serenidad—. Mira, hoy me siento más normal que nunca, así que no empeores las cosas.

Y no mentía. Mi mente estaba serena, me sentía una persona normal, como si no hubiese ninguna malicia en mí.

—Es una chica difícil. No va a caer por mí, no ha caído...

Reí haciendo un movimiento en negación con mi dedo.

Ambos están cegados y no ven las cosas. Ella, que estamos más cerca de lo que cree; él, que la chica tiene un hilo suelto y solo debe halarlo.

El misterio que me persigue ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora