31 (+18)

19.8K 1.2K 678
                                    

Capítulo dedicado a HannahVasquez8  ♥️

No revisé bien el cap, pero espero que lo disfruten. ♥️♥️

•••

—¿Sabes qué me gusta hacer después de modelar? —cuestionó Tiana moviendo una pierna con desesperación.


El evento había acabado y, como era de esperarse, ella se había adueñado de la pasarela. En ese momento nos encontrábamos en un bar privado, allí seguía la fiesta tras transcurrir el evento.  

—¿Cómo?

—Bailar. —Se puso de pie y extendió las manos hacia mí.

Le di un repaso al bar. Había una tarima en medio de todo el lugar, donde mujeres y hombres subían a bailar y el público vitoreaba. Se veía tentador, moría por ver la cara de los chicos al notar como todas las miradas estuvieran encima de nosotras.

—Adelin no sabe bailar —comentó Tiago intentando que Tiana desistiera de llevarme a ser el centro de atención. Desde que salimos del evento él venía comportándose extraño. 

—Adelin sabe hacer muchas cosas. Y lo que no sabe, lo aprende —comentó Engel rodando los ojos.

Antes de que pudiera decir algo, Tiana me llevaba a rastras hacia las escaleras de la tarima. La muchacha iba empujando a cualquier persona que estuviese delante de nosotras, cosa que provocó que nos gritaran algunas incoherencias.

Estuvimos a punto de poner un pie en el primer escalón cuando una voz gruesa nos hizo detener.

—¿A dónde creen que van?

Ambas nos dimos la vuelta. Ante nosotras había un hombre que nos doblaba la altura, su ceño estaba fruncido y parecía querer rompernos en dos.

—¿A qué se va a la tarima? —le preguntó Tiana con una ceja arqueada, pero el tipo la ignoraba, no paraba de verme con malicia—. Yo creía que era a bailar, pero si es un ring de boxeo dime dónde voy a ponerme los guantes.

—Ninguna chica sube a la tarima sin antes aceptarme a un trago —esbozó una sonrisa asquerosa e hizo ademán de agarrarme por el brazo.

—Ningún pedazo de imbécil va a ponerme la mano encima sin antes partirle el brazo.

El hombre rio y bajó hasta mi altura. Era atractivo, pero sin duda un hijo de puta.

—Eres una enana delante de mí. ¿Segura que podrás romperme un brazo?

—Solo hay una manera de comprobarlo.

Si bien, el podría destruirme en pedacitos con solo ponerme un dedo encima. Pero yo era una mujer de mucha fé, antes muerta que no intentar defenderme.

El tipo sonrió y levantó su mano para ponerla en mi hombro, pero se detuvo y se incorporó inmediatamente al escuchar la voz de otro hombre. 

—Te dejo divertirte dos segundos y vas a molestar a las damas... me averguenzas.

El grandulón me miró de reojo antes de perderse y dejarme el área libre para poder ver el portador de dicha voz.

Era Tialess.

Su rostro expresó confusión al verme, contacto directo que se rompió cuando Tiana lo abrazó de repente.

—Gracias por venir, murciélago.

El misterio que me persigue ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora